Redacción Voz de la Diáspora
Panamá – Altos funcionarios de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) abogaron en Panamá por una mayor cooperación regional para abordar la crisis que enfrentan miles de migrantes irregulares, en su mayoría haitianos, que atraviesan el «Tapón de Darién” desde Colombia en ruta hacia Estados Unidos, que alcanza cifras récord en 2021.
Una delegación de la OIM visitó el país donde se reunió con autoridades para conocer el trabajo que realiza con los migrantes, y viajaron hasta los albergues en la provincia de Darién donde los extranjeros permanecen por unos días antes de continuar su marcha rumbo a Norteamérica.
La directora general Adjunta de Gestión y Reforma de la OIM, Amy Pope destacó que este año el flujo de migrantes superó los registros de la última década en conjunto debido a factores como la pandemia, problemas políticos en los países de origen de los extranjeros, desastres naturales, y la falta de oportunidades.
Según registros de la OIM unos 124 mil migrantes han transitado por Darién hasta principios de noviembre, de esos unos 80 mil son haitianos, 10,599 chilenos, y 6,860 brasileños, en ambos casos hijos de padres originarios de Haití, y 13,725 cubanos, entre otras nacionalidades.
Ante la complejidad del problema, Pope explicó que urgen soluciones integrales enfocadas en una migración regular por caminos seguros, ya que miles de familias en busca de oportunidades se exponen a los peligros de viajar indocumentados convirtiéndose en víctimas de la trata de personas.
Los migrantes que atraviesan las selvas inhóspitas de Darién se quejan de ataques de traficantes, asaltantes, y de animales salvajes, así como del clima extremo, a raíz de lo cual muchos mueren en el camino como desconocidos por no contar con documentos.
“Ultimadamente nuestro objetivo es asegurarnos de que los migrantes no usen Darién”, sostuvo Pope para quien es el momento de trabajar en las estrategias necesarias para que los países aseguren una migración regular.
La alta ejecutiva explicó que ante la complejidad del problema no basta trabajar en “…una solución que simplemente se enfoca en la frontera de Estados Unidos no es realmente una solución”, agregó.
En tanto, la directora general adjunta de Operaciones de la OIM, Ugochi Daniels coincidió en que es un tema “muy complicado” que no tiene “reparaciones rápidas”.
Ugochi destacó que los desafíos son grandes, ya que además de asegurar los derechos de las personas en movilidad, se necesita trabajo para lidiar con los discursos de odio y xenofobia.
En octubre pasado, la OIM dijo que buscaría unos 74,7 millones de dólares para atender las necesidades humanitarias de los migrantes que se movilizan desde el Caribe y Suramérica, y atraviesan Centroamérica rumbo a México y Estados Unidos.