Redacción Voz de la Diáspora
El gobierno panameño acuerpa a unos 180 menores de distintas nacionalidades que quedaron varados en el país, tras cruzar sin compañía la peligrosa selva de Darién en la frontera entre Panamá y Colombia, que se ha convertido en una ruta utilizada por miles de extranjeros que intentan cada año, en la mayoría de casos, llegar a Estados Unidos (EU).
Las cifras inquitan a las autoridades ya que los migrantes, y en particular niños, niñas y adolescentes, se exponen a los peligros naturales de la selva y en muchas ocasiones mueren ahogados en ríos caudalosos o en manos de traficantes de personas, de ahí que muchos menores arriban al país sin padres o tutores que mueren en el camino.
«Preocupante es que han quedado 180 menores, no acompañados a la disposición del SENNIAF (Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia). Eso es un problema muy serio, porque hasta donde tengo entendido son menores de distintas edades desde chiquitos hasta más grandes», afirmó el presidente panameño, José Raúl Mulino mandatario durtante su conferencia semanal.
En días previos el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó sobre el aumento de los cruces de menores que viajaban solos por la selva al subir a 4,476 de enero a noviembre frente a unos 3,000 durante el mismo período de 2023.
El organismo dijo que en lo que va de 2024 cerca del 60% de la niñez «no acompañada o separada» que atravesó la selva fueron adolescentes entre 13 y 17 años, lo que representa un «cambio significativo» en la tendencia de años anteriores cuando la mayoría de los niños y niñas (con o sin familias) que llegaban solos a territorio panameño eran menores de 5 años.
Mulino dijo que la situación exige «un trabajo especialísimo», y sugirió sobre la necesidad de buscar en los países de procedencia a posibles parientes, o buscar apoyo internacional ya que los pequeños permanecen en los albergues infantiles de Panamá debido a que perdieron en el camino a los adultos con los que viajaban.
En lo que va de 2024 las autoridades panameñas han registrado la muerte de unos 55 migrantes durante su travesía por el Tapón del Darién a pesar del descenso del 41% del flujo migratorio general por la ruta.
Unos 300,000 extranjeros arribaron a Panamá hasta mediados de diciembre, la mayoría venezolanos, desde un año record de más de medio millón en 2023, una disminución asociada a varios factores desde los climáticos, hasta medidas migratorias más estrictas, y el memorando firmado con EU que le ha permitido repatriar a unos 1,500 migrantes en 38 vuelos financiados por el país norteamericano.
Mulino dijo que a pesar del cambio de administración en la nación norteamericana espera continúe el apoyo que su gobierno ha recibido para abordar la crisis migratoria en Darién, tras afirmar que los vuelos de repatriación han sido «un factor de disuasión» para frenar los cruces por la selva.
«(…) hago constar que no he hablado con nadie, pero intuyo que se puede lograr, creo que este es un punto de coincidencia con el presidente Trump respecto de lo que él ve para su país en la frontera de México, y ojalá pudiera yo tener la vocación más temprano que tarde de poder tener una conversación con él», expresó Mulino
El nuevo presidente de EU, Donald Trump asumirá el cargo en enero, y los expertos de distintos países esperan que como parte de su política migratoria realice deportaciones masivas de migrantes indocumentados.
Mulino explicó que una vez asuma Trump buscarían «hablar (con él) del tema (migratorio) sin ambages y hacerle entender que también Lajas Blancas del Darien es otra frontera de los Estados Unidos porque es para allá donde van o quieren ir, o quieren llegar», agregó.
«En lo que a mi respecta, Panamá seguirá trabajando con los Estados Unidos. Yo no creo que esta que esta política del memorando de entretenimiento firmado el primero de julio con mi administración cambie en la administración Trump. No siento que eso va a pasar», concluyó.