Redacción Voz de la Diáspora
Panamá – El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo reiteró su llamado a la comunidad internacional para enfrentar de una vez por todas el cambio climático, abordar los factores que causan la escalada migratoria mundial, e impulsar el desarrollo humano como la más alta prioridad, de manera que las personas no se vean obligadas a emigrar de forma irregular.
Cortizo dijo que el tema debe ser abordado a nivel multilateral con énfasis en el respeto a los derechos humanos y bajo los principios de solidaridad y responsabilidad compartida durante su discurso en el septuagésimo período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas que se desarrolla en Nueva York, Estados Unidos.
“Hago un llamado a la comunidad internacional para que asuma, en toda su magnitud, el problema de la migración irregular que hoy en día no solo se concentra en el Mediterráneo, sino que es de carácter global y que a los panameños en este momento nos afecta directamente”, expresó el mandatario.
En los últimos años Panamá ha enfrentado una escalada de migrantes que ingresan al país a través de las selvas peligrosas del Tapón del Darién fronterizas con Colombia en ruta en la mayoría hacia Estados Unidos.
A principios de septiembre Panamá reportó que más de 352,000 migrantes utilizaron la ruta sobretodo venezolanos que huyen de la crisis económica en su país, seguidos por haitianos, y ecuatorianos, además de asiáticos, colombianos y transnacionales de distintas naciones.
Esa cifra supera en gran medida las casi 250,000 personas que cruzaron Darién en 2022, que fue hasta ese momento el récord histórico dentro de la crisis, según las autoridades.
“Esta es una situación insostenible, indeseada e inhumana; un drama humanitario de dolor, sufrimiento y muerte para cientos de miles de migrantes que emprenden esa arriesgada travesía”, declaró el presidente ante el foro multilateral de la ONU.
“…es una situación en la que somos víctimas y no responsables”, agregó.
Panamá insiste que para avanzar se requiere un plan regional que incluya países de origen, tránsito y destino ante la magnitud que alcanzó la crisis, que obligó a sus autoridades a endurecer las acciones contra los traficantes de personas, reforzar la seguridad fronteriza, y aumentar las deportaciones de personas con antecedentes penales.
En agosto pasado, el gobierno panameño acusó a Colombia de no hacer lo suficiente para ayudarlo a enfrentar la situación, y dejarlo solo frente a la crisis humanitaria y de seguridad ante la escalada del flujo migratorio que ha llegado a superar las 3,000 personas algunos días, lo que amenaza con rebasar la capacidad del país para atenderlos.
Cortizo enfatizó que Panamá hace “un esfuerzo titánico” para atender a los migrantes cuyo número aumenta cada año, obligando al país destinar importantes recursos al socorro humanitario.