Redacción Voz de la Diáspora
Panamá realizó el martes el primer vuelo de deportación de migrantes que ingresaron al país de manera irregular a través de la selva de Darién costeado por Estados Unidos como parte del acuerdo firmado entre las dos naciones en julio pasado con el objetivo de frenar la escalada migratoria, que en la mayoría de casos tiene como destino final el país norteamericano.
El vuelo que transportó casi una treintena de colombianos con antecedentes penales partió a primeras horas del martes del Aeropuerto Internacional Marcos A Gelabert de Ciudad de Panamá con destino a Colombia.
Los deportados quienes fueron identificados tras ser sometidos a un proceso de biometría, arribaron a la terminal aérea esposados bajo un estricto operativo de seguridad, entre ellos un hombre acusado de ser presunto sicario del Clan del Golfo, según las autoridades.
El nuevo presidente panameño, José Raúl Mulino quien asumió el gobierno el pasado 1 de julio, ha insistido en que durante su gobierno tomará medidas fuertes para disuadir la migración irregular que utiliza a Panamá como ruta de paso hacia el norte, ese mismo día fue anunciada la firma de un memorando de entendimiento con Washington que comprometió unos $6 millones para financiar los vuelos de retorno.
El director de Migración, Roger Mojica dijo que los vuelos financiados por EU, en principio tendrán como destino territorio colombiano, aunque Panamá espera expandir a otros lugares para lo cual realiza coordinaciones con más países.
En tanto, la situación de los venezolanos pese a ser la mayoría de los migrantes que cruzan la zona selvática fronteriza con Colombia todavía no tiene una solución final, ya que Panamá puso en suspenso las relaciones diplomáticas con Venezuela y los vuelos entre los dos países se mantienen suspendidos desde la crisis desatada tras las elecciones de julio pasado.
«(…) estamos haciendo las coordinaciones con otras nacionalidades por ejemplo con Ecuador, también estamos haciendo acercamientos con India, ya con Venezuela tiene una particularidad por el tema de las relaciones diplomáticas, ahorita mismo se nos impide hacer cualquier tipo de movimiento hacia Venezuela», explicó Mojica en conferencia de Prensa.
Por su parte la agregada regional del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos, Marlen Piñeiro afirmó que la mayoría de las personas no califica para ingresar a su país, por lo cual les aconsejó no utilizar la ruta de Darién para seguir hacia el norte dado los riesgos que corren.
«Para nosotros el mensaje que estamos mandando es muy claro, Darién no es una ruta , es muy trágico lo que pasa por ahí, las personas no deben pasar por aquí, por esta ruta, si ellos tienen manera de llegar a Estados Unidos legalmente se deben acoger a esas medidas» refiriéndose a las opciones legales que ha establecido Washington para permiten el ingreso legal de migrantes, explicó Piñeiro.
Estados Unidos ha dicho que ofrece capacitación a Panamá y pone los recursos, pero que las deportaciones vía aérea se realizarán bajo las condiciones y la ley panameña, y que cualquier persona con o sin antecedentes puede ser incluida en los vuelos de retorno.
«La decisión es basada en la ley panameña y la soberanía de ellos…de mi parte es que el memorando acoge a cualquier persona, no tiene que ser criminal…si no son elegibles para quedarse en el país y Migración lo determina nosotros lo vamos a retornar», afirmó la funcionaria estadounidense.
La ruta por Panamá se ha convertido de una importante ruta de paso para los migrantes que vienen de Suramérica. En 2023 una cifra record de 520,085 migrantes cruzaron la selva, una situación que llevó a las autoridades a solicitud ayuda internacional debido a que la crisis rebasó sus capacidades para atender la situación.
En lo que va de 2024 unos 230,000 migrantes cruzaron el peligroso Tapón del Darién, según el Servicio Nacional de Migración.
