Redacción Voz de la Diáspora
Panamá trata de avanzar en el reconocimiento de los restos de víctimas de la invasión estadounidense de 1989, que fueron recuperados durante exhumaciones en Jardín de Paz, en la capital panameña y en el cementerio de Monte Esperanza en Colón.
Juan Planells, presidente de la Comisión 20 de Diciembre, manifestó que la Policía Nacional donó $3,000,000 al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses para un laboratorio de ADN. “Son 38 bolsas que contienen restos y se espera identificar a las víctimas”, detalló.
Planells indicó que, de esta forma las familias sabrán que han encontrado a sus difuntos. Agregó que el Instituto de Medicina Legal recibirá el equipamiento y las instalaciones. Se espera tener resultados a principios de 2022, ya que serán profesionales panameños quienes realizarán el trabajo.
Este 20 de diciembre, se conmemoran los 32 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá, por lo que los movimientos sociales convocaron a una «Marcha Negra», la tradicional protesta que se realiza desde 1989 para exigir justicia por los caídos.
El Movimiento Social por la Patria exhortó a la población a congregarse en el monumento de los caídos de la invasión en el barrio El Chorrillo, devastado durante las operaciones militares norteamericanas, para continuar con las protestas en la Asamblea Nacional.
Igualmente, la Confederación Nacional de Unidad Sindical independiente (Conusi) de Panamá llamó a una protesta frente a la Embajada de Estados Unidos. De acuerdo al secretario General de Conusi, Marco Andrade, los protestantes rechazan la acción de más de 25 mil soldados que causaron estragos en localidades como El Chorrillo, San Miguelito y la ciudad de Colón.
A la convocatoria se sumaron el Frente Nacional por la defensa de los Derechos Económicos y Sociales de Panamá y el Movimiento Comunal Nacional Federico Britton.
El pasado 15 de diciembre, el Ejecutivo decreto el 20 de diciembre como Día de Duelo Nacional para recordar a las víctimas de la invasión.
Los estadounidenses invadieron Panamá para capturar al entonces jefe de las Fuerzas de Defensa, General Manuel Antonio Noriega. Los bombardeos dejaron un saldo desconocido de muertos, en su mayoría civiles panameños, el país se mantuvo ocupado por las fuerzas militares norteamericanas hasta finales de 1990.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH determinó en 2018 que Estados Unidos «cometió graves violaciones a los derechos humanos durante la acción armada, detallando que Washington está obligado a indemnizar a las víctimas, en su mayoría civiles y no combatientes».