Redacción Voz de la Diáspora
En solo dos semanas, miembros del Emirato Islámico de Afganistán, mejor conocidos como talibanes, un grupo extremista que se asentó en el país, logró tomar el control de las principales ciudades, incluida Kabul, la capital afgana.
Esto ocurre luego que Estados Unidos avanzara en su retirada en el país. Las tropas del país norteamericano tenían presencia en Afganistán desde hace casi 20 años, cuando fueron atacadas las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. El ataque fue perpetrado por terroristas autodenominados talibanes.
Durante la administración de Donald Trump se anunció la retirada de los soldados estadounidenses, decisión que continuó el ahora presidente Joe Biden.
Los talibanes aprovecharon la salida de los norteamericanos y la debilitada defensa afgana para tomar el control de varias ciudades hasta que llegaron a Kabul. Se asentaron en el poder y anunciaron que establecerán un nuevo gobierno que se basará en los principios del Islam, religión que los rige.
Hasta antes de 2001 el grupo extremista controlaba Afganistán, en una época caracterizada por los extremos castigos y represión hacia las mujeres y niñas. Su regreso significa un retroceso y una amenaza para los derechos humanos.
Miles de afganos buscan huir, varios países les han abierto sus puertas a los ciudadanos que temen estar bajo las normas de los ultraconservadores.