Por Luis Alberto López
Con el uso de la tecnología, el acceso a la comunicación cada vez parece que se hace más difícil responder.
La plataforma de Whats App, Telegram, Signal, Messenger, correos electrónicos, entre otros te facilitan saber si tu mensaje ha sido visto, leído o respondido.
Hay quienes piden ayudas, favores por estas vías, son insistencia, pero cuando resuelves su problema se olvidan de darte las gracias o simplemente poner una manita de like, pero el chequeo siempre queda.
El periodista Julio Rodríguez, en uno de tantos mensajes resaltaba casos de padres o abuelos que recibían un teléfono inteligente para estar comunicados, pero cuando enviaban mensajes la mayoría de veces solo los dejaban en visto.
Nos preguntamos, ¿Qué pasaría si Dios y su equipo dejaran en visto nuestras peticiones, sin responder?, sin duda nos molestaría, perdiéremos nuestra fe, confianza, esperanza a una respuesta deseada, afortunadamente no es así.
Dios tarda, pero no olvida, el centro de llamadas celestial siempre está activo; es de comprender la mora de respuesta del creador, si nos imaginamos, por segundo son miles de millones de peticiones y agradecimientos que recibe, desde las urgentes a las menos urgentes, no dejamos descansar al pobre pero siempre responde, aunque a veces no logramos identificar la respuesta y en ocasiones la dejamos en visto sin agradecerle.
Estamos hablando de la relación interpersonal y con Dios, no de la relación comercial del mundo de los negocios.
Tu puedes dejar un mensaje en visto, pero el símbolo del chequeo siempre queda marcado, así como Dios te responde, responde a tu prójimo.