Redacción Voz de la Diáspora
Cuba – En octubre de 2024, Cuba está enfrentando una de las peores crisis energéticas del año, con apagones generalizados que afectan gravemente la vida cotidiana de la población. La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) ha reportado déficits de generación eléctrica superiores al 50%, debido a la salida de varias unidades termoeléctricas y la falta de combustible, lo que ha dejado a miles de hogares sin energía durante largos períodos.
El 17 de octubre se registró una afectación máxima de 1,678 megavatios (MW), con cortes de energía que se prolongaron durante todo el día. La demanda de electricidad en el país superó con creces la capacidad de generación, que fue de solo 1,692 MW para una demanda de 3,300 MW. Este colapso ha sido provocado principalmente por las fallas en centrales termoeléctricas clave como Nuevitas, Felton y Renté, que no han podido reincorporarse al sistema, agravado por la escasez de combustible.
Además de la interrupción de la electricidad, la crisis energética ha generado protestas en varias regiones del país, como Holguín y Sancti Spíritus, donde los ciudadanos exigen el restablecimiento del servicio eléctrico. Estos apagones, que en algunas áreas han durado hasta 21 horas, afectan no solo los hogares, sino también la economía y los servicios básicos.
El gobierno cubano ha intentado mitigar la crisis con el arribo de cargamentos de combustible desde México, pero esto no ha sido suficiente para estabilizar el sistema eléctrico, que sigue enfrentando problemas estructurales profundos debido a la antigüedad de las plantas y la falta de inversión.