Por Alberto Barrera
La pequeña sala de teatro “La Reserva” estaba a reventar. Un retraso aumentó la ansiedad de quienes esperaban que las cortinas se abrieran. Y cuando ocurrió la adolescente Fátima Rentería bailó rítmicamente en el escenario la introducción del clásico programa nipón “Puedo hacerlo yo”, antes de que un presentador anunciara la entrevista a un ingeniero de una planta nuclear para hablar de un importante descubrimiento.
Apareció un hombre con traje blanco industrial, botas, casco naranja y ataviado con fajas amarillas y anaranjadas que le atravesaban el pecho. Era el ingeniero y la presentación y entrevista no eran para una obra de teatro, fue una inusual introducción del tercer libro de narraciones de Amndré Rentería Meza: “Siluetas para Otakus”.
“Es una exploración multifacética de la cultura contemporánea a través de la lente del fandom del anime, la identidad y la experiencia humana en un mundo que cambia rápidamente”, dice al inicio la crítica incluida en el libro.
Amndré explica al final de la crítica que ésta fue “elaborada por Chat GPT –IA Chatbot” y que se publica íntegramente, una novedad en cuanto a la introducción del libro de cuentos ilustrado que contiene 25 textos de los que 14 son microrrelatos y 11 cuentos más extensos. Las ilustraciones y las historias ….
“La última novedad bibliográfica de Amndré Rentería Meza, periodista y escritor, quien bajo el sello de Índole Editores, innova con este libro en el que predomina el estilo manga y manifestaciones propias de la cultura japonesa”, dijo en un comunicado la empresa editora.
Nelson Rentería o Amndré Rentería Meza es corresponsal de la agencia Reuters desde 2009 y ha escrito tres libros de narraciones, entre ellos la novela Navegar es mi destino y su primer libro de cuentos A la sombra del barrio. En otros cuatro libros se han incluido sus narraciones: El territorio del ciprés, Virulencia alfabeta, 100 arriba 100 abajo y Daños colaterales.
La crítica dice que el autor establece “un fuerte sentido de identidad, centrándose principalmente en la cultura otaku, un término que a menudo se asocia con los entusiastas del anime y el manga”. Es un acercamiento “a la estética tradicional japonesa con temas modernos” y que ilustran al lector en “una cultura profundamente arraigada en la historia”, agrega.
Y para ilustrarnos sobre las intenciones del periodista y escritor le pedimos nos explicara las razones y el porqué de Siluetas para Otakus.
-¿Por qué y cómo te nace la idea de escribir narraciones con vínculos a la cultura del anime, el manga y los videojuegos?
“Toda esa influencia de personajes, historias, objetos y lugares de origen japonés (que fui recopilando de forma inconsciente desde mi niñez por programas de televisión, videojuegos o libros) brotó en su momento justo cuando comencé a planear el concepto del libro y elaborar los primeros borradores de los cuentos. Me di cuenta que había muchos vínculos entre mi propia experiencia, la influencia de la cultura japonesa, los hechos históricos y actuales con las ficciones que quería escribir. Cazaban bien juntas, funcionaban sin forzarlos demasiado. Al final, me gustó el proyecto porque no es una corriente muy transitada en la literatura en el país.
-En las narraciones aludes con cierta crítica a la sociedad de consumo y referencias como el ser humano enfrenta individualmente las actitudes colectivas. ¿Cómo te inspiraste narrar y a la vez reflexionar?
-Los humanos somos seres sociales que formamos diferentes comunidades, la mayoría de veces por afinidades: música, religión, política, cine, equipos de fútbol, estampillas, automóviles, etcétera. Creo que hay dos formas de destacar en una comunidad, una son las posesiones o colecciones y la otra es el conocimiento. Por lo general, en la sociedad actual se potencia la primera, la acumulación de mercancías. En los otakus no es diferente. Cada quien gasta su dinero como mejor le parezca. Hoy en día, en la era digital, es más accesible comprar bienes que hace 20 años. Al final, los productos que sobreviven son aquellos que llegan a las tiendas de antigüedades o de segunda mano. Los humanos al morir solo llevan lo vivido y dejan el legado de sus enseñanzas en su entorno.

-En muchos de los cuentos no te desprendes del marco geográfico de El Salvador y/o Latinoamérica; ¿es una forma de vinculación a esa cultura otaku?
Lo “otaku” en este caso es la utilización del vínculo de lo “japonés” con la realidad o el marco geográfico de El Salvador o Latinoamericano. Estas influencias niponas me sirvieron de vehículo para llevar a puerto los cuentos. En “A un costado de Atami”, el nombre japonés Atami me sirvió como un portal para que apareciera un kaijū y sembrara el caos en una comunidad de playa que está militarizada y dividida por una profunda desigualdad social.

En Yametei kudasai las víctimas son un grupo de chicas otakus que fueron estafadas por un hombre guapo, entusiasta de las criptomonedas, un seguidor de Satoshi Nakamoto, seudónimo de la persona a quien se le atribuye la creación del protocolo Bitcóin. Y así de esa manera funcionan la mayoría de los cuentos, lo japonés o lo otaku sirven de vehículo o de metáforas.
-Los cuentos Al otro lado del Muro y Cohete especial de segunda mano ¿son referencias a la historia sobre la ofensiva guerrillera de 1989 y a la violencia en particular, y en el otro es una alusión a sueños que no se pueden cumplir de políticos en países pobres como el nuestro y con sueños de grandeza?
Al otro lado del muro es una recreación bastante libre y caprichosa de la muerte del empresario japonés Fujio Matsumoto en 1978 en El Salvador, atribuido a las Fuerzas Armadas de la Resistencia Nacional (FARN) –uno de los cinco grupos guerrilleros que formaron el Fmln-. Efectivamente en este cuento se cambió el contexto y el año en que ocurrió el hecho por el de la ofensiva guerrillera de 1989.
Cohete espacial de segunda mano es una crítica a naciones con mandatarios que tienen prioridades distorsionadas o delirios de grandeza respecto a sus realidades. Como lo dijo el expresidente de Argentina Carlos Menem y su sistema de vuelos espaciales o el gobierno de Bukele que pretendió poner en órbita el satélite Cuscatlán.
-¿Cómo enlazas la ficción con la historia y al mismo tiempo reflexionas sobre la vida moderna?
Los teóricos dicen que la ficción debe ser verosímil, que debe tener un ancla de realidad. Soy testigo de las cosas que me rodean y alimento mi imaginación de ahí. Para bien o para mal interpreto todos esos elementos y trato de darles una forma literaria. Los cuentos son el resultado de esa mezcla”.
-El libro fue ilustrado por José Campos “Rokko Art Estudio” y contiene cuentos de Rentería en forma de comics que se leen de derecha a izquierda comenzando por la última página. Y el entrevistador en la presentación fue Leonardo Baldovinos.

