Por Manuel Arias
El presidente de Estados Unidos Donald Trump, ofreció su primer discurso de la oficina Oval de la Casa Blanca para exigir públicamente al Congreso, la aprobación de 5,700 millones de dólares para construir un muro en la frontera sur de este país, en medio del cierre parcial del gobierno.
Según Trump, su gobierno está enfrentando una verdadera “crisis humanitaria”, por lo que está considerando decretar emergencia nacional para lograr tener los fondos que necesita para construir el muro, sin la aprobación del Congreso.
Su discurso se basó en criminalizar la inmigración indocumentada, que según él, agota los recursos públicos. «Las más afectadas son las comunidades afrodescendientes e hispanos estadounidenses”, dijo.
Trump sostuvo que en los últimos dos años, el Departamento de Inmigración y Aduanas, mejor conocido como ICE por sus siglas en inglés, arrestó a unos 266 mil extranjeros con antecedentes criminales, incluso aseguró que miles de estadounidenses han sido asesinados por personas que ingresan al país de manera indocumentada.
“Esta es una crisis humanitaria, una crisis del alma, del corazón”, afirmó para justificar el muro.
El presidente estadounidense argumentó que el muro será financiado indirectamente por México, a través del tratado comercial que recientemente firmaron entre los tres países del norte.
De acuerdo a cifras de Trump, el mes pasado 20 mil niños centroamericanos ingresaron al país de manera irregular, quienes según él, son utilizados como peones humanos por coyotes y bandas criminales, y una de cada 3 mujeres es víctima de asaltos sexuales aseguró, sin comprobar estas cifras y revelar las fuentes.
El presidente señaló: “que los crímenes en este país son cometidos por inmigrantes indocumentados”.
El mandatario responsabilizó a los miembros del partido demócrata de ser los causantes de lo que él llama “crisis humanitaria”, pero además de que el gobierno federal esté cerrado, afectando a unos 800 mil empleados públicos.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 9 de enero de 2019
Los demócratas salieron al paso a desmentir todo lo dicho por el mandatario, dejando en claro que no existe tal crisis humanitaria. Lo acusan de estar escudándose en los miles de empleados federales para chantajearlos y obtener los votos para construir la muralla.
Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, acusó al presidente de infundir miedo al país engañando y dando cifras falsas.
Aseveró que están de acuerdo en reforzar la seguridad de la frontera sur e invertir en tecnología, pero que es inmoral obligar al país a pagar por un muro que no resolverá el problema de raíz, enfatizó la congresista.
Mientras tanto Chuck Schumer, líder de los demócratas en el senado, le ofreció a Trump una salida al conflicto, reabrir el gobierno federal y discutir las medidas de seguridad de la frontera por separado.