Redacción Voz de la Diáspora
Estados Unidos – El presidente Donald Trump anunció en su red Truth Social que ordenó elevar del 25% al 50% los aranceles sobre el acero y aluminio importados desde Canadá, lo que generó una reacción negativa en los mercados financieros. Además, exigió la eliminación de los aranceles canadienses sobre productos lácteos estadounidenses y advirtió sobre una posible emergencia nacional en el sector eléctrico. Esta medida forma parte de una nueva escalada en su política comercial proteccionista.
En respuesta, la provincia canadiense de Ontario incrementó en un 25% el costo de la electricidad que exporta a EE.UU., afectando a consumidores en Minnesota, Nueva York y Michigan. El primer ministro de Ontario, Doug Ford, amenazó con cortar por completo el suministro si la guerra arancelaria se intensificaba. El aumento de costos generaría un impacto directo en los consumidores estadounidenses, sumando aproximadamente 100 dólares canadienses (US$69) al mes en sus facturas.
El gobierno canadiense ya había implementado aranceles de represalia por 30,000 millones de dólares canadienses (US$21,000 millones) sobre productos como jugo de naranja, café, cosméticos y electrodomésticos. Mientras tanto, Trump también ha iniciado disputas arancelarias con México y China, aunque decidió posponer temporalmente algunos aranceles a bienes provenientes de Canadá y México. No obstante, sugirió que estos podrían incrementarse aún más después del 2 de abril.
En una entrevista con Fox News, Trump defendió su estrategia comercial, asegurando que traerá riqueza de vuelta a EE.UU., aunque reconoció que podría haber un periodo de transición y afectaciones temporales. Afirmó que los aranceles ayudarán a la economía estadounidense a largo plazo, aunque los mercados reaccionaron con una caída pronunciada tras sus declaraciones.
Expertos advierten que las represalias comerciales podrían generar pérdidas significativas para los agricultores estadounidenses, quienes ya enfrentan incertidumbre económica. La Asociación de Sembradores de Maíz de Iowa expresó su preocupación, señalando que los aranceles podrían afectar la inversión en equipos agrícolas y generar inestabilidad en el sector.