Por Diego Recinos
Decenas de mujeres unieron sus voces sin importar sus etnias, idiomas y edades para manifestarse en contra de la violencia que sufren en todo el mundo. La plaza Stora Torget en Södertälje, en Suecia, fue el escenario donde se realizó este encuentro.
Jimena suena su tambor, Anabella inicia la coordinación de los movimientos, y decenas de mujeres se suman a ellas. Mujeres blancas, latinas, grandes, chicas, jóvenes, adultas, adultas mayores y hasta alguna que iban cruzando por casualidad por la plaza Stora Torget sienten su unidad y la fuerza de su voz. Ahora, todas cantan y proclaman su reclamo al unísono.
“Esto es un grito femenino, feminista, de que esto tiene que parar en todo el mundo, las mujeres son agredidas, violadas y siempre tienen que, ante el estado y los jueces, comprobar que son inocentes. O sea, son violadas una y mil veces”, dice Jimena López, organizadora de la actividad.
La lluvia no importó, ni la baja temperatura y el viento helado; las mujeres comenzaron a hacer visible su grito en contra de la violencia. “El violador eres tú”. Esta campaña inició el pasado 25 de noviembre en Valparaíso, Chile, precisamente en el marco del Día Internacional de la Erradicación de la Violencia hacia la Mujer. Y fue creado por el Colectivo Feminista “La Tesis”, como un llamado de alerta contra la violencia que sufren las mujeres. Además de una denuncia ante la impunidad de la cual gozan los violadores y agresores.
“Esto es una lucha de todas las mujeres de Chile, de todas las mujeres del mundo. Y no es solamente una violación sexual, es una violación a los derechos como personas, como seres humanos, como mujeres”, señala Anabella Sánchez, quien también forma parte del grupo organizador.
“Un violador en tu camino” se viralizó rápidamente en las redes sociales y ha sido replicado por mujeres de diversas partes del mundo.
“Entonces nunca es tarde mujeres, no están solas, siempre va a existir alguien a tu lado que va a escucharte. Y que también pasó por lo mismo. Ese es el mensaje que nosotras quisiéramos hacerle llegar a las mujeres”, reitera Anabella Sánchez.
Los símbolos
La canción lleva consigo una coreografía que tiene un singular significado, según las autoras. Por ejemplo, las sentadillas se incluyeron porque las mujeres en Chile son obligadas a hacer este tipo de movimientos, muchas veces desnudas, cuando son arrestadas.
La vestimenta: las mujeres participantes llevan puesta ropa “provocativa” como shorts, minifaldas y vestidos. ¿Por qué necesitaban enfatizar en la vestimenta? Pues nadie debe ser acosada por cómo viste, aunque para otros sea algo provocador. La venda en los ojos, significa lo expuestas que están las mujeres en las calles.
Y en una parte del texto dice: “Y no importa dónde estaba o cómo vestía”. No tendríamos porqué defendernos. Nosotras podemos andar como queramos. Es una lucha que nosotras queremos mirar, está en varios idiomas, porque todas las mujeres del mundo somos violentadas, física e intelectualmente. Entonces, esto es un llamado a todas las mujeres, de Södertälje, de los alrededores, del mundo”, afirma Anabella.
Hasta la fecha, mujeres de todo el mundo han usado esta coreografía para denunciar la violencia sistematizada que sufren. Desde Chile, pasando por Perú, México y Colombia, hasta llegar a Francia, Estados Unidos y ahora Suecia. El movimiento no parece detenerse, se multiplica y diversifica, pues ninguna mujer puede estar ausente de hacer valer su voz.
“Creo que en este momento la lucha no es solo de las mujeres, somos todos juntos, las mujeres, hombres, lesbianas, homosexuales, de todo. Somos todos humanos, y tenemos que avanzar por el camino del amor, de comprendernos, de saber escucharnos, de la tolerancia. Que ha pasado un poco ya los límites.”, finalizó Ana Sánchez.