
Por Luis Alberto López
El Salvador – La Comisión de Justicia y Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa de El Salvador, negó la solicitud de indulto o perdón presentada a favor del coronel Guillermo Benavides, sentenciado a 30 años de prisión por su participación en la masacre de seis jesuitas —cinco de ellos españoles — y dos mujeres.
Este hecho ocurrió el 16 de noviembre de 1989 en las instalaciones de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), en el marco de la ofensiva guerrillera denominada “Hasta el tope” durante los años del conflicto armado en este país centroamericano.
Los diputados de la comisión legislativa coincidieron en que los crímenes de guerra y de esa humanidad no deben ser perdonados.
Sobre este caso representantes de la UCA, como parte ofendida, mediante un escrito, presentaron una justificación para que a Benavides se le conmute la pena porque consideran que se ha cumplido la reparación de daños.
Las ocho víctimas de la masacre fueron: Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín-Baró, Segundo Montes, Juan Ramón Moreno, Joaquín López y López, Amando López, Elba Ramos y su hija Celina Ramos de 16 años, quienes fueron en su momento señalados por sectores de extrema derecha como los autores intelectuales del conflicto armado.
En 1991, Benavides fue condenado a 30 años de cárcel por la masacre y salió en 1993 por la Ley de Amnistía, tras su anulación por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia en el año 2016, pero fue detenido y enviado a prisión nuevamente.
En noviembre de 2019, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de El Salvador se negó a autorizar la conmutación de la pena de prisión que recae sobre Benavides.

