Voz de la Diáspora
Un terremoto de 7.8 grados impactó el sureste de Turquía y Siria en las primeras horas del lunes, lo que derribó varios edificios y obligó a miles de personas a salir de sus casas bajo las duras temperaturas del invierno.
Las autoridades estiman que unas 100 personas han perdido la vida y el número podría seguir aumentando en las próximas horas. Rescatistas y residentes buscan entre los escombros de las ciudades más afectadas. El caos se apoderó de las calles.
El sismo fue tan fuerte que llegó a sentirse en El Cairo, aunque tuvo como epicentro la ciudad de Gaziantep, a unos 90 kilómetros de la frontera con Siria, una zona donde hay varios miles de sirios que huyeron de la guerra.
En tanto, del lado sirio de la frontera, el sismo golpeó regiones bajo control opositor y que están llenas de varios millones de desplazados con un deplorable sistema de salud. Al menos 11 personas murieron en la localidad de Atmed y muchas mas quedaron enterradas entre los escombros.
El presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan se pronunció en Twitter: “Se que enviaron de inmediato equipos de búsqueda y rescate y esperamos que superemos este desastre juntos lo más pronto posible y con la menor cantidad de daños”.
Se estima que seguido al sismo se reportaron al menos seis replicas.