Ante las nuevas disposiciones migratorias de Estados Unidos, se deben tomar precauciones

Foto: Cortesía Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Por Yaneth Estrada 

El Salvador – Rina Montti, directora de Monitoreo de Derechos Humanos de la organización Cristosal, advirtió a los salvadoreños que se deben tomar con precaución y cautela las nuevas disposiciones anunciadas por el Gobierno de Estados Unidos,  para no ser víctimas de la trata de personas, ya que están utilizando este tipo de discursos para confundir, creando nuevas movilizaciones masivas, hasta con menores de edad (caravana migrante).

Medios internacionales aseguraron que la policía antidisturbios y el ejército de Guatemala, dispersaron por la fuerza este lunes (por segundo día consecutivo) una caravana de miles de migrantes centroamericanos, principalmente hondureños, que busca llegar a Estados Unidos. Las autoridades volvieron a usar gases lacrimógenos y golpearon con palos a los integrantes del grupo, que nuevamente se organizaron y bloquearon una carretera tras ser reprimidos el domingo.

Asimismo, la especialista de Cristosal explicó que las nuevas reformas migratorias anunciadas por el Presidente de la de Estados Unidos, Joe Biden, “son para personas que tienen varios años en el proceso de legalización. Además por el momento, continúan vigentes políticas aprobadas por la anterior administración como, tercer país seguro, cierre de fronteras y uso de fuerzas militares para retener la movilizaciones. 

En este sentido, recordó que durante la administración Trump se encontró a personas no sólo de El Salvador, sino de Guatemala y Honduras (Triángulo Norte) a quienes se les vulnera sus derechos, haciendo caso omiso a ellos, se les repartió, incluso mejores de edad aún continúan procesos. 

Para Montti, entre los motivos para impulsar estas nuevas movilizaciones masivas en la región Centroamérica están la pérdida de empleos, deuterio de la economía, alza de violencia que obliga a familias enteras de dejar sus lugares de origen, la pandemia, acceso a la salud, lo que significa que esto es una situación de vida o muerte, y no sólo hambre. El llamado, recalcó es no dejarse llevar por información en redes sociales y evitar ser víctimas de la trata de personas o hasta violencia.  

Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ofrece ayuda humanitaria

Luego de los disturbios, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) desplegó dos equipos en Chiquimula, Guatemala  para brindar asistencia humanitaria y monitorear la situación de las aproximadamente 7 mil 500 personas migrantes que decidieron viajar en modalidad de caravana desde Honduras hacia México y luego llegar a los Estados Unidos.

Numerosas personas migrantes, especialmente provenientes de Honduras, entraron a Guatemala en forma masiva durante los días 15 y 16 de enero. El avance de unas 5 mil personas migrantes fue detenido en un punto de control en Chiquimula (Guatemala) desde el día 16. Al verse imposibilitado para continuar con su trayecto, el contingente de las personas migrantes que conformaban la caravana se disgregó en este punto el pasado 19 como consecuencia de las medidas tomadas por las autoridades guatemaltecas, que incluyeron el uso de la fuerza.

“La OIM, en coordinación con el Sistema de las Naciones Unidas en la región, hace un llamado para que no se emplee fuerza injustificada o excesiva contra ningún migrante, solicitante de asilo o refugiado durante las acciones de control migratorio, policial o sanitario, y que los Estados se adhieran a los instrumentos internacionales aplicables” declaró Michele Klein Solomon, Directora Regional de la OIM para Centroamérica, Norteamérica y el Caribe. “Al mismo tiempo, pedimos a los migrantes que hagan todo lo posible por respetar y cumplir las leyes de migración, así como las órdenes legales del personal encargado de hacer cumplir la ley”.

De acuerdo con las últimas cifras disponibles del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), al 20 de enero el gobierno de ese país había realizado el retorno de 3 mil 962 personas procedentes principalmente de Honduras, e incluyendo grupos más pequeños de salvadoreños y nicaragüenses.

Rina Montti, directora de Monitoreo de Derechos Humanos (DDHH) de Cristosal.