22 octubre, 2024
Foto VD: Joaquín Chacón.
Por Diego Recinos

Miles de personas se concentraron en el centro de Estocolmo para manifestarse en contra del racismo. A pesar de las restricciones sanitarias por COVID 19. La policía disolvió la manifestación contra la brutalidad policial y el racismo en la plaza de Sergel. Además, fuera del castillo, la policía hizo retroceder a los manifestantes con la ayuda de la guardia. Según la policía, dos personas fueron arrestadas por incitar disturbios violentos.  

La tarde del miércoles varios particulares iniciaron una manifestación en la plaza de Sergel en Estocolmo. Según uno de los organizadores, Ibi Chune Jogestrand, querían mostrar su apoyo a las personas de color que han sido víctimas de la brutalidad policial y el racismo en el mundo, tras la muerte de George Floyd en relación con una redada policial en Minneapolis el 25 de mayo.

A los organizadores se les permitió reunir un máximo de 50 personas debido a la situación del coronavirus. Ese no fue el caso. Pues poco después de las 6 de la tarde, la plaza estaba llena. Los organizadores estiman que puede haber alrededor de 8,000 personas en el lugar.

La policía permaneció en segundo plano mientras los manifestantes gritaban: “La vida de los negros importa”.

Cuando se disolvió la manifestación, muchos de los que se reunieron alrededor de la plaza marcharon a lo largo de varios puntos en la ciudad. Momentos después, según la policía, se había producido un motín en la Central de trenes, donde la policía tuvo que intervenir. Al menos un oficial de policía usó gas pimienta.

Más tarde, dos personas fueron arrestadas en Brunkebergstorg bajo sospecha de instigar disturbios violentos después de que uno de ellos arrojó objetos contra un oficial de policía. Además, un grupo más grande de manifestantes marcharon a lo largo de Sveavägen y rodearon Odenplan antes de regresar a la plaza de Sergel. Estos, fueron vitoreados por automovilistas y aplausos desde las aceras. El tráfico se detuvo y, según la policía, se produjeron daños en Karlbergsvägen.

“Para mí fue vital venir aquí, para que los suecos no se vuelvan pasivos. Las manifestaciones muestran solidaridad y que en Suecia tenemos los mismos problemas que existen en otros países. Todos los blancos tienen la responsabilidad de reducir el racismo estructural que existe. El racismo está en todas partes”, expresó uno de los manifestantes.

Foto VD: Joaquín Chacón.