Redacción Voz de la Diáspora
Panamá – Las fundaciones Oír es Vivir (FOV) de Panamá y la salvadoreña Su Niño No Puede Esperar (FUSNINPE) se aliaron para trabajar de forma conjunta en iniciativas que permitan multiplicar las posibilidades a favor de los niños de ambos países, y sus familias para mejorar su audición, y enseñarles a hablar.
Con la nueva alianza también se busca hacer conciencia sobre la importancia de la salud auditiva, asimismo posibilitar futuros programas que fortalezcan el conocimiento, atención y difusión de actividades en pro de la sana audición enfocados en la primera infancia, y su entorno más cercano.
Tras la firma del convenio en El Salvador la presidente de la FOV, Giovanna Troncoso, y la directora ejecutiva, Sandra Sánchez participaron en el panel “Pará la Oreja”, cuyo tema central fue la “Audición en el Desarrollo Integral de la Niñez”.
Por su lado, Troncoso estuvo a cargo de la ponencia principal “Saber es Poder” durante la cual contó su experiencia personal, y explicó que los padres son determinantes para la rehabilitación oral de sus hijos, quienes también deben ser el motor para formar un ecosistema integral que incluya especialistas que asegurar al niño su autonomía total.
Durante la visita también se realizó también una mesa de trabajo conjunta que incluyó además a representantes de la Fundación Rafael Meza Ayau (FRMA) para visualizar oportunidades, e intercambiar mejores prácticas que permitan a ambos equipos maximizar su gestión en beneficio de los niños y comunidades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para el 2050 casi 2.500 millones de personas vivirán con algún grado de pérdida auditiva, de las cuales al menos 700 millones necesitarán servicios de rehabilitación.
“La inacción tendrá costos no solo para la salud y el bienestar de los afectados, sino que también causará pérdidas económicas derivadas de la exclusión de esas personas de la comunicación, la educación y el empleo’, según el comunicado conjunto de las fundaciones.
De ahí que las Fundaciones han decidido tomar acciones concretas para trabajar en sincronía en proyectos que faciliten la educación de salud auditiva a la niñez de El Salvador, ya que la atención de las personas con pérdida auditiva, que en muchas ocasiones pasa como inadvertida o “invisible” impone grandes desafíos que abordados de manera conjunta pueden enfrentarse mejor.