Redacción Voz de la Diáspora
El Salvador — Desde la fuerza del impacto colectivo, la Fundación Rafael Meza Ayau (FRMA), junto a sus aliados estratégicos, celebró la inauguración del proyecto Alto Impacto Cristo Redentor 2, una intervención integral que mejora la calidad de vida de 89 familias y más de 245 personas en la comunidad Cristo Redentor 2, en la Colonia Escalón de San Salvador.

Este esfuerzo fue posible gracias a la articulación de los aliados ejecutores: FRMA, FUNDASAL y la Parroquia Cristo Redentor, junto a diversos actores institucionales y comunitarios. Un punto clave en este proceso fue el trabajo conjunto con la ADESCO y el Comité de Proyecto de la Comunidad, cuya participación activa fortaleció el liderazgo local y consolidó un modelo de trabajo compartido basado en la colaboración, corresponsabilidad y sostenibilidad.
La obra contempló la construcción de 91 módulos sanitarios, la instalación de 500 metros lineales de tubería PVC, 10 pozos de registro, 100 metros de cama de agua de la quebrada El Carmen, y la reparación estructural de cárcavas y bóvedas, logrando un sistema digno, funcional y sostenible de saneamiento ambiental.

Con una inversión total de $652,365, el proyecto combinó aportes de donantes privados, aliados institucionales, especialistas solidarios, donantes individuales y la comunidad, entre ellos: Agrisal; Alcaldía de San Salvador Centro, Distrito 3; Club Kiwanis; Dimarti; FEPADE; Familia Meza Ayau; feligreses de la Parroquia Cristo Redentor; Fundación Calleja, Super Selectos y Kimberly Clark, mediante su programa Baños Cambian Vidas; Fundación Freund; Fundación SIMAN; SELAVIP; y World Vision, mediante su programa Entornos Resilientes. Este modelo de colaboración entre fundaciones, empresas, instituciones y ciudadanía demuestra que la suma de esfuerzos puede generar un impacto sostenible en el bienestar de las comunidades.
“El verdadero impacto nace cuando muchas voluntades se alinean en torno a un propósito mayor. En Cristo Redentor 2, lo que inició como una visión compartida se convirtió en una causa que unió manos, conocimientos y corazones. Gracias a cada aliado, donante, ejecutor, asesor y comunidad organizada que creyó en este sueño y lo hizo realidad”, expresó Carla Meyer, directora ejecutiva de la Fundación Rafael Meza Ayau.

Más allá de la infraestructura, el proyecto fortaleció la cohesión social, el liderazgo comunitario y el cuido del medioambiente. Se registraron más de 1,000 horas de trabajo voluntario, se desarrollaron manuales de uso y mantenimiento, y la comunidad fue incorporada al Comité de Sostenibilidad Escalón, asegurando el acompañamiento post-obra y la continuidad del modelo de ayuda mutua y corresponsabilidad social impulsado por FRMA y sus aliados.
Con esta intervención, la Fundación reafirma su compromiso de seguir impulsando proyectos de impacto colectivo que promuevan entornos saludables, fortalezcan capacidades locales y transformen vidas a través de la unión de esfuerzos entre comunidades, empresas, instituciones y personas comprometidas con El Salvador.


