La Helicobacter Pylori, es una bacteria silenciosa que puede permanecer sin síntomas en el organismo

Foto: Cortesía.
Redacción Voz de la Diáspora

La importancia de visitar al médico, hay tantas enfermedades silenciosas que si no se tratan a tiempo puede permanecer ingresado en un hospital con tratamientos prolongados o con un desenlace mortal.

La infección por Helicobacter Pylori es más común de lo que parece, a tal grado que millones de personas tienen la bacteria en el organismo, a veces sin presentar síntomas, lo cual es preocupante por el daño que puede causar a largo plazo, por ello aplicarse una prueba de detección temprana es importante para prevenir enfermedades graves.

El gastroenterólogo Jorge Galdámez Estrada asegura que la bacteria es la causa frecuente de gastritis, la cual puede evolucionar a gastritis crónica, gastritis crónica atrófica, metaplasia, displasia y finalmente producir cáncer gástrico.

Las complicaciones van más allá, ya que también es considerada como un desencadenante directo o un carcinogénico tipo 1 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) del cáncer gástrico, según el especialista internacional.

Además, la Helicobacter Pylori está relacionada a ulceras gástricas y duodenales, aunque en un buen porcentaje de los pacientes puede permanecer asintomático o con síntomas muy leves, aun así, es detectable por medio de pruebas especiales.

La H. Pylori que vive en el estómago y duodeno, afecta a alrededor de dos tercios de la población mundial, y llega al cuerpo humano al consumir agua y alimentos contaminados.

El microorganismo es transmisible dentro de las familias, y se adquiere en los primeros 10 años de la vida, tras lo cual permanece silencioso, sin causar síntomas por un período prolongado de años.

“Los síntomas que provoca la infección por Helicobácter Pylori pueden incluir dolor o ardor en el abdomen, dolor abdominal más agudo con el estómago vacío, náuseas, pérdida del apetito, eructos frecuentes, hinchazón, y pérdida involuntaria de peso”, manifiesta el gastroenterólogo Galdámez Estrada. 

Según el especialista la detección es posible a través de varios métodos, entre invasivos y no invasivos, lo importante es que para prevenir cualquier complicación al sentir alguno de los síntomas mencionados se acuda al médico, ya que para entonces entre el 80 y 90 por ciento es seguro que padece la infección por H. Pylori.

“Lo importante de esta bacteria es que, si la buscamos y la encontramos, definitivamente hay que tratarla”, explicó.

Sandra Guerrero, directora ejecutiva de Mirero Corp, compañía especialista en distribución de pruebas rápidas, detalla las pruebas para detectar la presencia de Helicobacter Pylori: 

La primera es BiolineTM H. Pylori, una prueba rápida que se realiza en sangre para la detección de los isotipos IgG, IgM e IgA. 

Este análisis en sangre verifica si el organismo ha producido anticuerpos contra la bacteria, o si presenta anticuerpos contra H. pylori en el torrente sanguíneo, esto significa que está infectado o lo estuvo en el pasado.

La segunda prueba de diagnóstico es la de antígenos en heces: BiolineTM H. Pylori Ag, una prueba cualitativa con resultados rápidos entre 10 y 15 minutos.

En este caso, el laboratorista revisa si las heces presentan sustancias que desencadenan el sistema inmunitario para combatir una infección por H. pylori (antígenos de H. pylori). 

Una vez diagnosticada la infección, el médico administrará el mejor tratamiento, luego de finalizado, el paciente debe repetir la prueba para asegurarse que la bacteria ha desaparecido.