Por Luis Alberto López
Mundo – Gobernantes de varios países del mundo, expresaron su compromiso de actuar con urgencia, a gran escala y en forma concertada para responder a las necesidades inmediatas en materia de seguridad alimentaria y nutrición de cientos de millones de personas en todo el mundo.
Así lo declararon en una reunión el pasado 20 de septiembre funcionarios de los gobiernos de España, Estados Unidos de América, la Unión Africana, la Unión Europea, Colombia, Alemania, Indonesia y Nigeria.
En esta reunión más de 100 Estados Miembros de las Naciones Unidas han respaldado el Llamado a la Acción de la Hoja de Ruta para la Seguridad Alimentaria Mundial.
“Muchos ya están actuando en función de esos compromisos. Estas medidas son cruciales porque la crisis actual no es del tipo que pueda superar ningún país o incluso grupo de países por sí solo. Y por eso estamos hoy aquí. El trabajo que tenemos por delante es claro”. Expreso el Secretario de Estados de Estados Unidos Antony J. Blinken, en Cumbre sobre Seguridad Alimentaria Mundial.
Reconocen que los sistemas alimentarios y la seguridad alimentaria mundial atraviesan un momento crítico. Las consecuencias combinadas de una pandemia global, las presiones crecientes que genera la crisis climática, los precios elevados de la energía y los fertilizantes, y los conflictos persistentes, incluida la invasión más reciente de Ucrania por parte de Rusia, han perturbado las cadenas de producción y suministro y han aumentado de manera drástica la inseguridad alimentaria mundial, en particular para los más vulnerables.
Al inicio del año 2022, estas problemáticas ya habían llevado a más de 190 millones de personas a una situación de inseguridad alimentaria. Según el Programa Mundial de Alimentos, y la guerra entre Rusia y Ucrania podría sumar 70 millones de personas más a esa cifra, un número ya estremecedor que se vuelve incluso más alarmante.
En la declaración conjunta hubo compromisos como: Destacar la necesidad de actuar con urgencia, de manera sostenida y coordinada, para cumplir con los objetivos de la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de 2021, y para atender necesidades humanitarias inmediatas y generar sistemas agrícolas y alimentarios con mayor resiliencia a partir de estas siete áreas de acción específicas.
Realizar nuevas donaciones económicas adicionales a organizaciones humanitarias clave para posibilitar un incremento en la provisión de asistencia humanitaria inmediata que salve vidas, siempre que sea posible;
Brindar, según resulte posible y necesario, donaciones en especie y cubrir los costos asociados a organizaciones humanitarias clave en relación con el transporte y la distribución de alimentos básicos en función de las necesidades que hayan evaluado los gobiernos de los países afectados o las organizaciones humanitarias;
Mantener la apertura de los mercados de alimentos, fertilizantes y agrícolas y evitar medidas restrictivas injustificadas, como las prohibiciones de exportación de alimentos y fertilizantes, que generan mayor volatilidad de los mercados y ponen en riesgo la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel global.
Respaldar una mayor producción de fertilizantes, según resulte posible y necesario, para compensar cualquier escasez, acelerar y llevar a mayor escala las innovaciones relativas a fertilizantes, contribuir a su promoción comercial y favorecer métodos que maximicen la eficacia de los fertilizantes.
El secretario Blinken resalto el aporte de Estados Unidos al Programa Mundial de Alimentos que maneja Naciones Unidas y comprometió más recursos en los próximos años.
“Necesitamos llevar ayuda de emergencia a las personas que la necesitan. Desde febrero, Estados Unidos ha aportado más de USD 6.100 millones en concepto de asistencia humanitaria y USD 2.300 millones en asistencia para el desarrollo con el propósito de combatir el hambre y fortalecer la seguridad alimentaria”.
“En los próximos cinco años, Estados Unidos trabajará con el Congreso para invertir más de USD 11.000 millones en todo el mundo con el propósito de alcanzar ese objetivo de producción agrícola duradera”. Reitero Antony Blinken.