Por María T. Morales
El Salvador – Sin importar las inclemencias del tiempo, la distancia, mucho menos el camino largo y oscuro que debieron cruzar, decenas de familias luchan por conseguir que el gobierno de turno gire su mirada hacia las montañas de Chalatenango, donde tres comunidades no tienen escuela desde hace más de 100 años.
Niños que caminan hasta seis horas para llegar a la escuela, madres y padres de familia que creen en la educación como el camino a la superación, llegaron a la capital salvadoreña para expresar, a las autoridades, su preocupación ya que los niños no tienen más opción que cursar hasta el segundo grado.
Mas de 100 lideres salieron de sus comunidades al comenzar la madrugada, en medio de una tormenta extrema, sin un pedazo de pan, sin un café y sin dinero en sus bolsillos, para protestar de manera pacífica por la falta de respuesta del gobierno hacia la solicitud estancada de la construcción de escuelas.
Las tormentas, la oscuridad del camino escabroso, el hambre y sed, son parte de los riesgos que hace tiempo se convirtieron en mudos testigos de una lucha incansable de los habitantes de las comunidades El Trigalito, en Dulce Nombre de María; Pedro Diaz, en San Francisco Morazán y El Plan del Rancho en Citalá.
Llegaron hasta las oficinas de Mauricio Pineda, ministro interino de educación, donde escucharon la posibilidad de iniciar con la acreditación de terrenos, que la misma gente afectada ha donado, y abrir la posibilidad de construcción de las escuelas.
Quienes hoy luchan por sus niños, ya pasaron por la carencia de una escuela, así llegaron ante el ministro para expresarle la realidad de los 150 menores quienes esperan respuestas del gobierno.
Lucy Hernández, de la comunidad Plan del Rancho, expresó “ya van 107 años de no tener escuela. Es una necesidad en nuestro caserío”.
Hernández y decenas de lideres representados por las Comunidades de Fe Organizadas en Acción (COFOA) expresaron la necesidad urgente de la construcción de las escuelas. “¿Cuánto tiempo más tenemos que esperar para tener nuestra escuela?” se preguntaron.