Por Engelberto Maldonado Pérez
Milan, Italia– Por una semana los residentes en Milán podrán ver los rostros de diez religiosos y dos laicos martirizados en El Salvador durante la represión gubernamental en las décadas del 70 y los años 80.
Son doce los rostros resucitados con expresiones diversas en la visión y destreza de la artista salvadoreña Gothy López.
Los amantes del arte plástica religiosa de una de las ciudades cosmopolita europea apreciarán la interpretación de la reconocida artista centroamericana que con su pincel, óleo y tela refleja un hecho histórico trágico vivido durante la época del conflicto armado en El Salvador. En la obra la artista persigue la búsqueda de la democracia al estilo occidental.
La exposición dió inicio este sábado 11 de marzo y concluirá el 18 del mismo mes, las piezas de arte están siendo exhibidas en la Basílica Santo Stefano (San Esteban) ubicada en el centro de Milán. Este templo surgió, al alba del cristianismo, en el año 417 en la incipiente gran ciudad, ahora, muy conocida a nivel mundial.
El lugar donde se lleva acabo la presentación de la obra, es emblemático, ya que desde su inicio la Basílica apareció para honrar a los mártires y fue dedicada a San Zacarías, pero en el año 1,070 cambió a Santo Stefano o San Esteban, en español, considerado el primer mártir de la era cristiana.
Por tanto que doce mártires de la tierra de San Romero de América encuentren refugio en el templo del colega Esteban no es extraño, porque desde el 2015 esta Basílica fue nombrada por la arquidiócesis de Milán como la sede de la parroquia para los migrantes.
Parafraseando al cantautor nicaragüense Carlos Enrique Mejia Godoy los doce rostros acogidos por el primer mártir cristiano cometieron el atroz delito de agarrar el cristianismo en serio y por eso fueron al encuentro del pobre, del pueblo, “los bienaventurados” del evangelio.
Los doce asesinados por cuerpos de represión del gobierno o el clandestino escuadrón de la muerte de las dos décadas más sangrientas de El Salvador, “optaron por la preferencia hacia los pobres” apunta la pintora en su reseña.
Los rostros expuestos son el de las tres monjas y una voluntaria asesinadas por la Guardia Nacional, el dos de diciembre de 1980 y la de la activista y defensora de los derechos humanos Marianella Garcia Villas.
Los otros siete, son sacerdotes entre ellos los más conocidos por la reciente canonización, Padre Rutilio Grande y Padre Cosme Spessotto.
Hace un año, la muestra estuvo en El Vaticano, «simbólicamente, es un gran logro porque algunos años atrás aún la iglesia no daba espacio para hablar de mártires salvadoreños. Era politizado» dijo la pintora.
López, nombrada por la Asamblea Legislativa de El Salvador, «Pintora Distinguida» también expresó que le gustaría llevar la exposición al país pero no encuentra el apoyo finaciero y logistico, de nadie.