Redacción Voz de la Diáspora
Panamá – En medio de las dificultades que enfrenta Panamá para abastecer agua potable a toda la población, sumado a la reciente crisis en la región de Azuero al occidente del país que llevó a las autoridades a prohibir el consumo humano, y multar a empresas no especificadas por la contaminación de ríos, toma relevancia la necesidad de establecer una política de Estado en torno al tema en el país de 4.5 millones de habitantes.
En una reciente cumbre sobre el agua organizada por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), el presidente del organismo empresarial Gabriel Diez Montilla consideró que el principal desafío de Panamá radica en la necesidad de mejorar la gestión, planificación y gobernanza sobre el recurso agua para establecer la ruta a seguir.
El líder empresarial afirmó que el 10% de la población no tiene acceso al agua, lo que se traduce en 430 mil panameños afectados, además el 30% de no recibe el servicio de forma continua, citando cifras del Censo de población y vivienda de 2023. «Adicionalmente malgastamos el agua potable ya que nuestro consumo per cápita excede con creces promedio mundial», agregó.

Diez Montilla explicó que en este escenario resalta la necesidad de avanzar hacia una visión y responsabilidad compartida que permita alinear esfuerzos y prioridades en torno a un objetivo común, a raiz de lo cual CONEP insiste en que esa visión requiere voluntad política, articulación institucional, construcción de consenso, liderazgo compartido, y un proyecto generacional.
Diez Montilla habla para la http://www.vozdeladiaspora.com sobre el tema de agua.
¿Desde la perspectiva de CONEP que debe incluir la estrategia país para abordar el tema del agua?
«Hay que involucrar a la juventud, este es un tema tan crucial. Nosotros hicimos esta cumbre del agua y buscábamos unir en un solo lugar a todos los actores, instituciones de gobierno, gremios empresariales, la academia, ambientalistas, ciudadanos, Asamblea Nacional, en fin, todos los que tienen que ver con el agua con una finalidad. El llamado es a que depongamos intereses e individualidades particulares y nos podamos poner de acuerdo sobre ¿qué necesita Panamá? ¿Cuál es la agenda del agua? ¿Cuáles son los problemas? ¿Cuáles son las soluciones? y a ¿dónde queremos ir nosotros como país en este tema?»
A partir de ahí ¿cuál debe ser la meta?
«Para lograr eso tenemos que establecer una política de agua, y esa política de agua tiene que ser una política de Estado, no de gobierno, sino de Estado para garantizar que aun con el cambio de presidente, haya un seguimiento, por eso tenemos esta conversación. Esto une a las grandes mentes que ven en el día a día el tema del agua para poder juntos establecer la hoja de ruta con la que vamos a actuar a corto, mediano y largo plazo».

¿Habla de un seguimiento, de una cultura?
» Tenemos que potenciar la educación y la cultura, esa es la forma de generar una cultura del agua para poder tener el cuido del agua a largo plazo. En este momento, de acuerdo al contexto que estamos viendo a pesar de todo lo que se hace, hay un problema difícil mire lo que está pasando en Azuero, los ríos contaminados y el agua que llega a las casas no es apta para consumo humano.
… en este momento muy difícil hablar de un tema de cultura del agua y hasta cierto punto es un poquito ofensivo hablarlo cuando tenemos 10% de la población que no cuenta con agua potable…También tenemos que tener presente que los panameños malgastamos mucha agua porque consumimos más que el promedio mundial»
¿Qué necesita Panamá a largo plazo?
«El agua es un derecho humano, y el acceso en la actualidad está marcado por una desigualdad estructural, no puede ser que haya panameños con agua, y panameños sin agua. Eso es una desigualdad y no podemos ver los problemas de la misma manera cuando usted no tiene agua para salir a producir. y cuando otros sí.
Entonces, estos son las carencias que tenemos que atacar y esa deficiencia solamente la vamos a resolver si juntos establecemos la política, el manual, por decirlo de una forma, que vamos a seguir juntos hacia adelante, y lo importante, ese manual es que no es de este gobierno, ni del pasado y en el que viene.
Debe ser una política de Estado que la continúen gobierno tras gobierno con sus revisiones periódicas, pero siguiendo en la dirección del avance.»
¿Qué pasa sin la política de Estado?
«En este momento sin esa sin esa política de Estado a favor del agua, el gran desafío es saber ¿cómo balancear el tema del desarrollo? porque sin agua no hay calidad de vida.
Sin agua no hay desarrollo y sin agua no hay país. Nosotros aquí tenemos mucha agua, pero no la estamos utilizando como debe ser, también hay una parte de la concientización…”