Por Diego Recinos
Cientos de personas de diferentes nacionalidades marcharon el pasado fin de semana por las calles de la capital sueca para exigir la defensa de la selva amazónica, ante los incendios y la voraz deforestación que la reserva natural está sufriendo. Además, exigieron a los gobiernos europeos más dureza ante el gobierno brasileño por su responsabilidad en los hechos.
La lluvia no fue impedimento, ni tampoco los diferentes lenguajes, ni los miles de kilómetros que separan a la selva amazónica de Estocolmo; pues todos los presentes tenían firme en su consigna y su canto «salvar el Amazonas».
“Sería una pérdida para todo el planeta, ya que el Amazonas posee una de las más grandes diversidades, por ejemplo la selva tropical. Así que es muy importante para el clima, tiene un quinto de toda el agua potable, por lo que también es importante para limpiar el aire de la contaminación. El Amazonas se encarga del 20% de todo el aire contaminado”, expresa Alex Brekke, secretario general de Amazon Watch Sverige.
La preocupación es grande, pues los asistentes son conscientes de la importancia que tiene la reserva natural amazónica en el mundo, y el impacto devastador de su paulatina destrucción en el ecosistema mundial.
Los activistas piensan que “el presidente de Brasil puede causar una gran destrucción, porque quiere talar la selva y generar ingresos de diferentes maneras, así como también privar a la población indígena de su derecho de vivir ahí”, dijo uno de los ciudadanos brasileños presentes en el acto.
La manifestación concluyó frente a la Embajada de Brasil en Suecia. Ahí los asistentes exigieron que los gobiernos de la Comunidad Europea actúen para salvar la amazonía.
“Queremos que el gobierno sueco presione a Bolsonaro, y eso es importante para Suecia, ya que ellos están involucrados con él en acuerdos sobre el tema de armamento. Esto dificulta que el gobierno sueco se oponga a Bolsonaro. Por eso estamos protestando, pues no deberían venderle armas al actual gobierno de Brasil y estar atados de esa forma”, manifestó el secretario general de Amazon Watch Sverige.
Algunos países de la Unión Europea han ofrecido ayuda a los gobiernos afectados. Sin embargo, el gobierno brasileño no aceptó la cooperación. Si bien no hay un estimado monetario de a cuánto asciende el daño, se teme que éste sea irreparable para la flora y la fauna mundial.