Por Kriscia Recinos
Una vez, el presidente Donald Trump salió a la carga, en contra de los inmigrantes que buscan llegar a Estados Unidos.
Este sábado, según lo confirmó la Casa Blanca, el mandatario estadounidense ordenó a los consulados de su país negar las visas y la entrada al territorio norteamericano a los migrantes que no tienen seguro médico o que no puedan pagar por su salud.
Esta es la última y nueva medida de Trump, en su intento por reducir la migración irregular, especialmente de latinos que llegan a Estados Unidos.
Según la órden presidencial, la medida también alcanza a todos los solicitantes de visas que no puedan demostrar que tengan «los recursos financieros para pagar los costos médicos, mientras esté en Estados Unidos o que estarán cubiertos por un seguro médico probado».
La medida entraría en vigencia el 3 de noviembre.
«Si bien nuestro sistema de atención médica enfrenta los desafíos causados por la atención médica no pagada, el gobierno de Estados Unidos está agravando el problema al admitir a miles de extranjeros que no han demostrado capacidad alguna para costear sus gastos médicos», afirmó Trump.
El presidente aseguró además, tener datos que indican que los inmigrantes que ingresan a Estados Unidos, tienen una probabilidad tres veces mayor que los ciudadanos norteamericanos de no tener seguro.
“Los inmigrantes que ingresan a este país no deben ser una carga para nuestro sistema de salud, ni para los contribuyentes estadounidenses”, dijo.
Esta decisión se suma a otras medidas. El 12 de agosto, el gobierno presentó un reglamento que permitirá rechazar permisos de residencia permanente en Estados Unidos a los inmigrantes legales que las autoridades consideren que se han convertido en una “carga pública” para el país.
Significa que un inmigrante será definido como “carga pública” si recibe “uno o más beneficios públicos designados” durante más de 12 meses en un periodo de 36 meses.