Redacción Voz de la Diáspora
Panamá – El número de niños, niñas y adolescentes no acompañados y separados que migran por varios puntos de América Latina y el Caribe ha alcanzado cifras récord, según las estimaciones de
UNICEF.
En tan solo los primeros diez meses del año, 3.800 niños, niñas y adolescentes no
acompañados o separados han atravesado la peligrosa selva del Darién entre Colombia y Panamá, mientras que la cifra registrada en la totalidad del año 2023 no llegó a los 3.3001.
Hacia el sur, se registran tendencias similares. Una media de 312 niños, niñas y adolescentes no acompañados y separados llegan cada mes a Brasil. UNICEF identificó a más de 3.100 niños no acompañados y separados2 entre enero y octubre de 2024.
En la actualidad, uno de cada cuatro migrantes en América Latina y el Caribe es un
niño, niña o adolescente, a lo cual se suman los desplazamientos internos, la
violencia armada y las crisis climáticas.
«UNICEF observa con preocupación el aumento del número de niños, niñas y
adolescentes no acompañados y separados que se desplazan por América Latina y
el Caribe. Al viajar solos, son más propensos a sufrir violencia —incluida la violencia
sexual, abuso y explotación—, lo que perjudica su salud física y mental y su
bienestar», afirmó Anne-Claire Dufay, Directora Regional a cargo de UNICEF para
América Latina y el Caribe.
Las crisis prolongadas a las que se enfrenta la región de América Latina y el Caribe
no se limitan al incremento de los flujos migratorios y los desplazamientos internos.
La violencia armada y los riesgos relacionados con el clima afectan de forma
desproporcionada a las poblaciones más vulnerables, especialmente la infancia.
En particular, Colombia se enfrenta a las consecuencias, cada vez más graves, de la
situación de conflicto armado prolongado, ya que se ha registrado un aumento de
las violaciones graves contra los niños y niñas, como el reclutamiento, la violencia
sexual y los ataques a escuelas.
«La violencia armada no solo es uno de los factores desencadenantes de las
migraciones, sino que también perturba gravemente la vida de los niños y niñas.
La violencia los priva de sus derechos e impide su acceso a servicios esenciales como
la educación, al tiempo que aumenta el riesgo de reclutamiento forzoso en grupos
delictivos organizados en los que se exponen a sufrir explotación, separación
familiar y graves trastornos psicológicos», alertó hoy Dufay en el contexto del
lanzamiento del llamamiento de Acción Humanitaria para la Infancia (HAC, por sus
siglas en inglés) de UNICEF.
Se calcula que, en 2025, unos 16 millones de niños y niñas precisarán asistencia
humanitaria en América Latina y el Caribe debido a las crisis actuales, entre las que
se incluyen la migración, la violencia armada y otros desastres.
UNICEF hace un llamamiento por valor de 819,8 millones de dólares para respaldar
la preparación y respuesta de emergencia ante crisis emergentes y en curso
mediante la prestación de servicios vitales a personas vulnerables afectadas por la
violencia armada, y para proporcionar a los niños, niñas y familias en situación de
desplazamiento acceso a servicios esenciales, tanto en los países de origen como
durante el tránsito y en el lugar de destino, así como intervenciones integradas
para facilitar su acceso a servicios de educación, salud y protección en las
comunidades de acogida.