Redacción Voz de la Diáspora
Más de $2,470 millones en aportes directos fueron entregados por el Canal de Panamá al Estado correspondientes al año fiscal -2024, luego que la vía interoceánica lograra superar el impacto de la crisis hídrica que provocó la sequía pasada en medio de la cual redujo de manera histórica los tránsitos diarios, informó la institución.
Los aportes entregados al fisco panameño en una ceremonia encabezada por el presidente José Raúl Mulino que tuvo lugar en las esclusas neopanamax de Cocolí, corresponden a los excedentes, derechos por tonelada de tránsito, y el pago por servicios prestados por el Estado.
“La Junta Directiva declaró $1,952,410,439.96 como excedente económico de la operación de la vía, sumados a $516,403,527.80 que forman parte del pago por derechos por tonelada”, informó el Canal, cuyo año fiscal va del 1 de octubre al 30 de septiembre de cada año.
Durante el año fiscal que terminó en septiembre, el paso marítimo enfrentó una sequía histórica y falta de agua dulce para operar, estableciendo “una exitosa estrategia hídrica, operativa y financiera” que le permitió optimizar el uso del agua, minimizó el impacto en el comercio internacional, y garantizó los aportes económicos al país, dijo el Canal.
“Los panameños, hombres y mujeres, hemos trabajado duro en un año muy difícil, hemos echado mano de la creatividad posible…los resultados hablando por si solos, desafiamos los retos que el medio ambiente nos había impuesto”, afirmó el administrador, Ricaurte Vásquez
Vásquez aseguró que en ese contexto han reforzado las estrategias para enfrentar el cambio climático, y trabajar para mantener la confiabilidad y la vigencia de la ruta por donde transita alrededor del 5% del comercio marítimo global.
El presidente Mulino recordó que el Canal es el principal activo del país y que en un año difícil por la sequía mantiene su aporte económico que entrará al presupuesto general “con el ánimo de ayudar a solventar el manejo del Estado y revertirlo en obras a partir del próximo año”.
El Canal, inaugurado en 1914, fue construido y administrado por Estados Unidos durante un siglo, pero fue devuelto a Panamá hace 25 años gracias a los Tratados Torrijos-Carter.