Por Rocío Rivas
Seúl – El sábado 7 de diciembre, recibí en mi celular varios avisos de emergencia. En ellos se explicaba que debido a la huelga del sindicato de los trabajadores del tren líneas 1,3,4,7 de la provincia Gyeong-Gi y de Seúl, la hora de la llegada de los metros sería irregular. Además, en otros mensajes se alertaba sobre la asistencia de una gran cantidad de personas a la zona del Palacio de la Asamblea Nacional. Incluso se explicaba sobre el cierre temporal de ciertas estaciones en donde los metros pasarían sin detenerse.
Al regresar del trabajo, pude apreciar a miles de personas recorriendo las calles de la zona de Yeongdeungpo-Gu para exigir la renuncia del presidente Yoon Suk-yeol, después de que una moción de destitución contra el mandatario no pudiera salir adelante en el Parlamento por la falta de quórum.
Para que hubiera quórum se necesitaría que dos tercios de los 300 diputados del Parlamento es decir más de doscientos diputados hubieran estado presentes.
El día sábado justamente en una parte de la jornada de trabajo, todos los diputados realizaron la votación sobre un proyecto de ley que proponía una investigación especial sobre la primera dama Kim Keon Hee. En ella, 198 diputados votaron rechazando la investigación en el caso y 102 votaron a favor.
Luego, para la moción que involucraba al presidente Yoon Suk-yeol, quien había declarado la ley marcial de emergencia, la mayoría de los diputados del Partido del Poder Popular (PPP) se retiraron del lugar, lo que evitó la destitución del mandatario y provocó que continuaran las protestas y manifestaciones frente a la Asamblea Legislativa y en sus calles aledañas.
Desde que me bajé del tren en la estación de Yeouido, pude ver a los encargados de la seguridad del metro explicar cuáles puertas estaban habilitadas y cuáles no. Cientos de personas caminaban despacio, pero constantes para poder salir del lugar y evitar así ser víctimas de una estampida humana, como los hechos ocurridos el 29 de octubre de 2022 en la localidad de Itaewon.
Si alguien no hubiera tenido un mapa, perfectamente hubiera podido encontrar la Asamblea Legislativa solamente siguiendo a la muchedumbre, a la música y a las consignas, pues las manifestaciones intercalaban la música tradicional coreana, la música pop con los gritos exigiendo la renuncia del presidente y solicitando nuevas votaciones urgentes.
Los asistentes llegaron preparados con abrigos y en sus manos llevaban luces intermitentes, banderas y/o pancartas.
También los vendedores ambulantes se dieron cita y ofrecían en sus carritos diversas luces decorativas para que los ciudadanos que aún no las tenían pudieran expresarse como sus otros compatriotas.
Extrañamente entre más nos acercábamos a la Asamblea Legislativa, el internet fallaba. Luego, me di cuenta que todos los alrededores de la Asamblea Legislativa era imposible enviar o recibir mensajes por las redes sociales.
A primeras horas de la madrugada del domingo 8 de diciembre, los surcoreanos recibieron en las noticias la información de que el exministro de Defensa Kim Yong-hyun había sido detenido por orden de la fiscalía en el marco de la investigación sobre la ley marcial declarada a inicios de diciembre y levantada unas horas después.