Por Héctor Murcia
Cientos de viajeros se vieron afectados este lunes por la cancelación de unos 108 vuelos en el aeropuerto de El Prat, de Barcelona, debido a protestas.
Miles de manifestantes se concentraron en la terminal aérea, desde tempranas horas de la mañana, para mostrar su descontento ante las sentencias de cárcel que el Tribunal Supremo español emitió contra nueve líderes independentistas, que se encuentran en prisión.
Sentados, los manifestantes bloquearon el paso, frente a varios accesos de la Terminal T1. La mayoría de los vuelos que parten de esta terminal aérea de España, tienen conexiones en múltiples destinos del mundo.
Previendo que se producirían este tipo de manifestaciones, tanto Mossos d’Escuadra (policía de Cataluña) como la Guardia Civil, desplegaron desde tempranas horas del lunes, un dispositivo de seguridad, que restringe el acceso a la terminal aérea, solo para las personas que presenten un boleto de vuelo o cualquier documento que acredite que efectivamente viajan.
Pese a los controles, unas 8,000 personas se concentraron en las instalaciones del aeropuerto para manifestarse.
Para disuadir a los manifestantes, las fuerzas de seguridad trataron de habilitar los accesos realizando cargas contra ellos, lanzando humo y disparos de foam en su contra. Se cree que al menos una persona fue detenida.
El aeropuerto de Barcelona es el segundo más importante de España. Debido a la tensión por las manifestaciones, la entidad gubernamental que gestiona el funcionamiento de los aeropuertos españoles, decidió cancelar 24 vuelos que estaban programados para horas de la mañana.
Muchos miembros de tripulaciones de vuelos que estaban programados para horas de la mañana, no pudieron acceder a las instalaciones portuarias españolas.
El movimiento “Tsunami Democràtic”, una plataforma que agrupa a las entidades independentistas catalanas, ha preparado movilizaciones para los próximos días en diferentes puntos de Cataluña con el objetivo de paralizar las actividades de la ciudad.
Los grupos y manifestantes protestan por las condenas de nueve y 13 años de cárcel que el Alto Tribunal dio al exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras, a Jordi Turull, Raül Romeva y Dolors Bassa, Joaquim Forn y Josep Rull, líderes de la ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.