La historia de los inmigrantes y de sus familias, que los ven partir son desgarradoras todo el tiempo. Pero la historia de una madre salvadoreña, que vio partir a su hijo hacia Estados Unidos, se ha vuelto más trágica.
La mujer deberá esperar entre diez meses o hasta más de un año, para poder darle sepultura al cuerpo de su hijo, que murió camino al «sueño americano».
En este informe Voz de la Diáspora le presenta el caso de una familia, que tiene que extender por más tiempo su dolor y su luto.