Por María T. Morales
No hay duda que el adiós del presidente Donald Trump, pasará a la historia como uno de los momentos más críticos en un traspaso de mando en la nación americana.
Después del 6 de enero, día en que seguidores de Trump invadieron y destruyeron las instalaciones del Capitolio y Washington DC ya no son los mismos.
A tres días de la toma de posesión de Joe Biden y Kamala Harris, el Capitolio se encuentra literalmente blindado. Alrededor de 25 mil efectivos, entre policías y militares se encuentran en vigilia permanente para frenar cualquier conato de violencia.
En tanto, hoy las autoridades reportaron la detención de una mujer quien se hizo pasar como policía e ingresó armada a los alrededores del Capitolio.
El cordón de seguridad en el perímetro del Capitolio, es sin precedentes en la historia de los Estados Unidos.
Todas las agencias de seguridad nacional e interna, en total 17, se encuentran en el lugar con el fin de garantizar un pacífico traspaso de mando.
“No tendremos absolutamente ninguna tolerancia ante cualquier intento de interrumpir cualquier aspecto de la toma de posesión o de los eventos asociados previos, en y después del 20 de enero”, advirtió Jeffrey A. Rosen, Fiscal General Interino.