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Redacción Voz de la Diáspora
La esposa del primer ministro Boris Johnson, Carrie Johnson, está en medio de la polémica en el Reino Unido ya que consideran que algunas de sus decisiones podrían haber sido contraproducentes en medio de la pandemia por el Covid-19, como la organización de una fiesta de cumpleaños para el mandatario.
Aunque suele mantenerse fuera de los focos de atención, para algunos analistas políticos es una gobernante tras la sombra de su esposo. La primera dama es licenciada en Teatro e Historia del Arte, es hija de uno de los fundadores del diario The Independent y rápidamente se abrió paso al interior del Partido Conservador.
Carrie, que conoció a Johnson en 2012, cuando trabajaron juntos en la campaña de reelección del funcionario cuando era alcalde de Londres, se dedicó a las relaciones públicas y más adelante se alejó de la política para dedicarse a la vida familiar.
Según estos analistas políticos, Carrie Johnson le dará la estocada final al Gobierno de su marido, que tambalea desde hace semanas por una serie de escándalos. Un libro le atribuye a ella decisiones oficiales y hasta nombramientos importantes.
“Boris Johnson podría haber sido un gran primer ministro, pero su falta de disciplina, que lo llevó a involucrarse con Carrie, ha tenido un coste”, se lee en la publicación, que la responsabiliza y califica la relación del primer ministro como “tóxica”.
El director de Comunicaciones del primer ministro, Guto Harri, aseguró que Carrie Johnson estuvo detrás de la decisión del primer ministro de priorizar el rescate de animales domésticos, frente a las personas en riesgo durante la evacuación de Afganistán, recogen algunos medios.