Por Rocío Rivas
Corea del Sur. A 65 kilómetros, desde Seúl, la capital de Corea, se encuentra una de las zonas que recoge parte de la historia del conflicto entre Corea del Sur y Corea del Norte y la esperanza de ambos pueblos por la paz definitiva.
El pabellón Imjingak, ubicado en la ciudad de Paju, es uno de los puntos autorizados para que los ciudadanos y extranjeros puedan recorrer parte de la Zona Desmilitarizada entre ambas Coreas.
Este lugar, fue construido en 1972 para brindar algún consuelo a aquellas personas que vivían en Corea del Norte, pero que se radicaron en el Sur durante el conflicto. Por ello, no es de extrañar que en los alambrados y en los muros que rodean el lugar, se encuentren cientos de listones en donde los visitantes han escrito sus deseos, oraciones y sentimientos.
Imjingak queda tan cerca de la frontera entre las dos Coreas que la distancia entre ambas es inferior a 7 km. Incluso todavía existe el puente en donde tras la firma del Tratado de Armisticio, el 27 de julio de 1953, los prisioneros sureños retenidos en Corea del Norte cruzaban en busca de libertad.
Actualmente, el «Puente Dokgae» puede ser visitado por todas las personas que lo deseen, pues las restricciones son mínimas.
Se necesita obtener un ticket turístico en la caseta aledaña al puente y respetar la prohibición de no tomar fotografías en ciertas áreas específicas.
Al entrar, los visitantes pasan por un área que se asemeja a los vagones de un tren. Pero los ventanales son en realidad pequeños monitores que muestran el paisaje de las montañas durante el verano o la primavera. Al salir del «vagón de madera» se puede observar el río Imjingang y sus alrededores.
Por ser finales del otoño, los arbustos están secos a causa del clima que llega a los doce grados centígrados; tampoco hay árboles que cubran las huellas de las balas en los escombros de las construcciones antiguas.
Al salir del puente, los visitantes pueden ver los restos de la antigua locomotora que hacía su recorrido en la línea Gyeongui, la cual fue descarrilada por los constantes bombardeos durante el conflicto armado.
Ahora la locomotora es uno de los símbolos de la historia de la división de ambos países y la latente esperanza de la construcción de un tren para que, en un ambiente de paz, todas las personas puedan realizar viajes transcontinentales.
¿Cómo llegar?
Debe tomar el tren de la línea color aqua, llamada: Gyeongui-Jungang. Puede bajarse en la última estación de Munsan. Salga por la puerta 1 y tome el autobús 58. Bájese 15 paradas después, en el lugar llamado Imjingak.
El bus pasa cada 30 minutos.
Dirección: 148-53, Imjingak-ro, Paju-si, Gyeonggi-do.