Por Héctor Murcia Hernández
Estados Unidos – El submarino Titán de la compañía OceanGate Expeditions desapareció mientras realizaba una exploración de los restos del RMS Titanic. Las autoridades dieron por muertos a los cinco tripulantes que iban en el sumergible. Según los expertos consultados, dan por seguro que se produjo una implosión por la presión.
Una implosión es un fenómeno físico en el que un objeto colapsa hacia su interior debido a una diferencia de presión entre el interior y el exterior del objeto. En el caso del submarino Titán, la presión del agua en las profundidades del océano habría sido mayor que la presión en el interior del submarino, lo que habría provocado una implosión catastrófica.
Para entender mejor este fenómeno natural, a continuación te explico en qué consiste.
Los submarinos han desempeñado un papel crucial en la exploración de las profundidades marinas y en la defensa naval. Sin embargo, en ocasiones, estas poderosas naves marinas pueden encontrarse con un destino trágico conocido como implosión submarina.
Una implosión submarina es el evento en el cual la presión externa del agua provoca el colapso estructural de un submarino. En condiciones de gran profundidad, la diferencia de presión entre el interior y el exterior de la embarcación puede volverse tan abrumadora que compromete la integridad de la estructura, llevando al colapso repentino y catastrófico del submarino.
La implosión submarina es el resultado de una combinación de factores que afectan la resistencia estructural del submarino. Algunos de los factores principales incluyen, por ejemplo, la presión hidrostática. A medida que un submarino se sumerge a profundidades cada vez mayores, la presión hidrostática del agua aumenta significativamente. La diferencia de presión entre el interior y el exterior del submarino puede generar fuerzas de compresión intensas que debilitan la estructura.
La resistencia de un submarino a la implosión está determinada por su diseño y los materiales utilizados en su construcción. Los submarinos modernos están diseñados para soportar altas presiones, pero incluso pequeñas fallas en la integridad estructural pueden tener consecuencias catastróficas.
Cuanto más tiempo pasa un submarino sumergido a grandes profundidades, mayor es la probabilidad de que se produzca una implosión. El estrés constante ejercido por la presión hidrostática debilita progresivamente la estructura y puede llevar a una falla.
Cuando la presión externa supera la resistencia estructural de un submarino, se desencadena una secuencia de eventos que conducen a su implosión, la presión hidrostática causa la compresión gradual de las paredes del submarino. Las áreas más débiles, como las juntas y los puntos de soldadura, pueden ser los primeros en ceder bajo el estrés.
Cuando la resistencia estructural se ve superada, se produce un colapso repentino y violento. La estructura del submarino se deforma y aplasta, atrapando al agua en su interior y creando una onda de choque interna. La implosión resultante puede llevar a la destrucción total del submarino. Los compartimentos se colapsan, el casco se rompe y el agua inunda rápidamente los espacios internos.
Según lo detallado por algunos medios de comunicación, el Titán podría haber tenido algunos problemas de mantenimiento, previo a la expedición que realizaría para acercarse a los restos del Titanic, lo que puedo ser una de las causas del fatal desenlace.
Sin embargo, aún no se conoce con seguridad el origen de la implosión del submarino, por lo que el operativo de seguridad seguirá con las patrullas en la zona del accidente. La Guardia Costera de Estados Unidos, también ha afirmado que quiere encontrar los cuerpos sin vida de los ocupantes.