Por Alberto Barrera
Estados Unidos – Al concluir seis fechas de la octagonal de la Concacaf que clasificará a tres equipos al mundial de Catar 2022 -el cuarto irá a repechaje-, México encabeza la clasificación con 14 puntos luego de una victoria (2-0) enredada ante la selección salvadoreña en el hostil estadio Cuscatlán.
La jornada del miércoles la abrió Estados Unidos al recibir a Costa Rica que le complicó y sorprendió al inicio por un gol tempranero, que sin duda les recordó que venían de una derrota 0-1 ante la selección panameña, pero al final logró los tres puntos con dos goles que acabaron la resistencia de los ticos. Estados Unidos es segundo con 11 puntos.
Canadá arrolló en su terreno con un contundente 4-1 a un equipo panameño que poco a poco y con escasos arranques de fútbol -más con rabia- se venció ante el otro equipo norteamericano que es tercero en la tabla con 10 puntos por sus dos victorias y cuatro empates. Junto a México son los únicos invictos en el área.
El otro partido se definió con una victoria de visita 2-0 de Jamaica ante Honduras que envió a “los catrachos” al último lugar y provocó la salida del técnico uruguayo Fabián Coito, quien antes ya había roto con la prensa y la afición de ese país centroamericano por sus resultados negativos por las tres derrotas y solo tres empates para sumar tres puntos.
El choque futbolístico entre “la selecta” de El Salvador y “el Tri” de México, por los ansiados deseos de una victoria local ante sus acérrimos enemigos pese a la aplastante diferencia histórica entre ambos, se definió en 90 minutos por los dos goles de la visita y más disputas y roces que buen fútbol. “México se quedó con tres puntos en un partido ríspido”, tituló el diario mexicano Milenio.
La primera mitad fue de control mexicano que al minuto 30 logró la superioridad en el marcador por un remate de cabeza del defensa Héctor Moreno en un tiro de esquina. El Salvador con poco o casi nada apenas le alcanzó para un tiro desviado del lateral izquierdo Alex Larín al lado del poste izquierdo de Memo Ochoa. No hubo más. La tónica siguió entre forcejeos y patadas.
A los 47 minutos fue expulsado Mario Jacobo, uno de los dos centrales salvadoreños, por agresión al delantero Funes Mori y porque el central canadiense Drew Fischer juzgó que era el último defensor en la ruta del delantero al arco contrario. No fue así Eduardo Vigil ya estaba listo en caso el delantero pasara. Y 20 minutos después Fischer expulsó al Néstor Araujo por manotazo en la cara a Larín. El central Vigil fue antes del final el agresor de Raúl Jiménez para que se marcara penalti que cobró el mismo delantero.
El duelo se definió no como los más de 30,000 salvadoreños en el estadio querían, tampoco la afición al popular deporte, pero México fue el que mejor (del poco) fútbol propuso y logró la victoria en un ambiente de color, alegría, pinceladas de política local y un “llenazo” en el Cusca pese a que El Salvador enfrenta su peor ola de muertes y contagios debido a la pandemia COVID-19.
La tarde y noche en el estadio y alrededores – sur oeste de la capital- se notó el entusiasmo, que no fue el mismo al final del encuentro, pero que dejaron postales como líderes de las dos aficiones salvadoreña y mexicana con atuendos coloridos de azul y blanco o el tricolor verde, blanco y rojo de la visita. Hubo un color azul dominante y el himno cantado a todo pulmón por el enorme coro, algunos se disfrazaron de jeques, otros del personaje mitológico Cipitío y expresiones de simpatías o rechazos al gobierno que ve una creciente ola de descontento y protestas callejeras.
Por hoy la cuarta plaza la ocupa Panamá con 8 puntos, Costa Rica en quinto con 6, Jamaica arribó al sexto lugar y El Salvador es séptimo, ambos con 5 puntos, y en el octavo y último lugar Honduras con solo tres puntos.