Redacción Voz de la Diáspora
Panamá – Moody’s Investors Service (Moody’s) bajó el martes las calificaciones de emisor y de deuda sénior no garantizada de largo plazo de Panamá a Baa3 desde Baa2, y cambió la perspectiva a estable desde negativa, informó en un comunicado.
En opinión de Moody’s, Panamá no ha dado una respuesta efectiva para abordar los desafíos fiscales estructurales, los cuales han aumentado a través del tiempo, lo que denota una débil gobernanza y una baja eficacia de la política fiscal.
“Moody’s considera que estas condiciones persistirán llevando a un deterioro de la fortaleza fiscal de Panamá, ya que la práctica de las autoridades de depender de medidas de ingresos puntuales resulta insuficiente para revertir las tendencias subyacentes”, afirmó la calificadora.
No obstante la agencia le otorga una perspectiva estable al país con base a que las proyecciones económicas seguirán “apuntando a un crecimiento sostenido y robusto” lo que permitirá que el ratio de deuda/PIB del país se mantenga alineado con el de sus pares.
Además, Moody’s dijo que Panamá seguirá beneficiándose de “una susceptibilidad moderada a baja” respecto a eventos de riesgo, lo que refleja en parte el rol de la dolarización que mitiga que lleguen a darse cambios súbitos en los principales indicadores crediticios.
Desafíos
Moody’s aseguró que en materia de gasto público, algunos de los riesgos se relacionan con una nómina que a la fecha representa más del 30% del gasto total y que espera seguirá creciendo debido a aumentos salariales que se establecen por ley.
Al mismo tiempo para atender el descontento social, el gobierno ha extendido subsidios y transferencias que se suman a otros establecidos en respuesta a la pandemia, pese a que los ingresos fiscales han disminuido desde 2017.
Moody’s dijo que lo anterior ha sido compensado de manera parcial con transferencias más altas del Canal de Panamá (ACP), pero eso lo ha conducido a una mayor dependencia de la autoridad canalera.
Sin embargo, la calificadora considera que el gobierno cumpliría en 2023 con el déficit fiscal del 3% para el año apoyado por los 770 millones de dólares en ingresos derivados de un contrato minero que las autoridades proyectaban regalías por 375 millones de dólares anuales para los próximos años.
No obstante aclara que ante las protestas sociales recientes todavía no se define cuál será el destino del mismo cuyo futuro irá a consulta pública en diciembre de 2023”.