Redacción Voz de la Diáspora
Panamá otorgará un permiso humanitario temporal hasta por 90 días a los migrantes deportados por Estados Unidos que llegaron en febrero al país, y quienes aseguran que no pueden retornar a sus naciones de origen por razones de seguridad, dijo el viernes el ministro de Seguridad, Fránk Ábrego.

El beneficio aplicará a los 112 migrantes que fueron trasladados a la Estación de Recepción Migratoria de San Vicente en las cercanías del inhóspito Tapón de Darién, quienes podrán salir del albergue, escoger sus residencias en el país durante el período en que se extienda el permiso temporal, y tendrán acceso a abogados, dijo Ábrego. Durante ese lapso estarán bajo la coordinación de la Oficina Nacional para la Atención de Refugiados (ONPAR).
Los migrantes no aceptaron «regresar voluntariamente» a sus países y según el ministro Ábrego tampoco aceptaron la mediación de dos oficinas de Naciones Unidas para buscar alternativas a su situación decidiéndose por hacerlo por el ellos mismos.
«Panamá, eh, le vas a dar un permiso temporal humanitario que va a ser de 30 días con una extensión probablemente hasta 90 para que ellos inicien trámites, eh, legales para retornar a su país de origen o a un tercer país que los quiera acoger, ya de forma voluntaria», aseguró Ábrego a la prensa, luego de asistir a una reunión alusiva al día internacional de la mujer realizada en conjunto con la Embajada de Estados Unidos.

Panamá recibió 299 migrantes deportados por Estados Unidos en distintas fechas de febrero y en principio fueron trasladados a un hotel de la capital donde se pudo apreciar que muchos pedían ayuda para no ser trasladados a sus países de origen por temor, en los días posteriores e incluso cuando fueron enviados al albergue migratorio varios abogados denunciaron que no habían podido tener acceso a los extranjeros.
«(…) En la tarde de hoy o mañana muy temprano, eh, hablamos de 112 personas, pienso que de 30 a 40 ya estarán, eh, en la capital nuestra o en la ciudad que ellos prefieran», explicó Ábrego, tras destacar que los permisos serán otorgados después de entrevistas que realizarán las autoridades.
Panamá al igual que Costa Rica han aceptado recibir migrantes de distintas nacionalidades, la mayoría extracontinentales deportados por Estados Unidos, tras el endurecimiento de las políticas migratorias desde enero pasado, ambos países sirven como puente para retornar a los extranjeros.
Hasta el momento 177 de los 299 migrantes que llegaron a Panamá deportados por EE.UU. han salido del país tras aceptar de manera «voluntaria» el retorno a sus naciones de origen, y 10 más están pendientes de tomar un vuelo, agregó el ministro panameño.