Redacción Voz de la Diáspora
Panamá – Autoridades de Panamá y Estados Unidos se reunieron para revisar el alcance de la agenda bilateral, incluido un acuerdo de carácter migratorio para atender la crisis que genera el ingreso irregular de miles de migrantes que cruzan la peligrosa selva de Darién en la frontera con Colombia, en su mayoría en ruta hacia el país norteamericano.
Al término del encuentro, el canciller panameño Javier Martínez-Acha destacó que además de revisar la agenda bilateral evaluaron los logros y la cooperación entre ambos países.
“Ha sido una reunión de cordialidad, de análisis de la relación bilateral, de la normalidad de la relación entre los dos países, de la coordinación de las políticas que interesan a los dos Estados”, comentó Martínez-Acha, tras el encuentro realizado el viernes.
La administración de Mulino que asumió el 1 de julio firmó ese mismo día un acuerdo de carácter migratorio que incluye el desarrollo de vuelos de repatriación de migrantes que cruzan la selva financiados por el gobierno estadounidense, cuyo principal objetivo es disuadir el uso de la ruta para viajar al país norteamericano.
El canciller panameño ponderó “lo oportuno” que han sido los vuelos de repatriación de migrantes que llegan al país centroamericano, como una de las estrategias para desincentivar la migración irregular, un tema que ocupa un lugar importante en la agenda del gobierno de Mulino.
Más de mil migrantes de distintas nacionalidades incluidos colombianos, ecuatorianos, indios y chinos han sido repatriados en una treintena de vuelos, esto no se aplica a los venezolanos, que son la mayoría de los extranjeros que cruzan la selva debido a que Panamá y Venezuela mantienen suspendidas sus relaciones diplomáticas.
Alrededor de 300,000 migrantes han atravesado el peligroso Tapón del Darién en lo que va del año, lo que representa una caída de cerca del 39% respecto al mismo lapso del año previo atribuido en parte a las nuevas políticas de seguridad en la frontera que incluye el cierre de varios tramos para “redireccionar” el flujo migratorio hacia un “cordón humanitario”.
El canciller panameño recordó que su país espera mantener una relación bilateral fuerte con Estados Unidos, tras la victoria del empresario, Donald Trump que asumirá en enero de 2025, lo que significaría mantener el acuerdo para atender la crisis migratoria en Darién
“(…) la agenda de seguridad de Panamá en cierta medida coincide mucho con la agenda de seguridad de los Estados Unidos; sin importar quién esté en la Casa Blanca”, explicó.
La reunión a la que asistió la embajadora de Estados Unidos en Panamá, Mari Carmen Aponte, fue encabezada por presidente, José Raúl Mulino.
