Por Wendy Peña
Puerto Plata, R. D. Con una solemne Eucaristía, presidida por el Cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez, delegado por el Papa Francisco como su Enviado Extraordinario, se celebró el 525 aniversario de la primera Misa en América. Miles de feligreses de todo el país se congregaron en el Templo Las Américas, en La Isabela.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de Monseñor Julio César Corniel Amaro, Obispo de Puerto Plata y miembro de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), quien exhortó a los participantes a que se unieran en la fe para celebrar el acontecimiento histórico.
El Cardenal Rosa Chávez, durante la homilía hizo énfasis en que el Papa Francisco lleva a los feligreses en su corazón y transmitió el mensaje de “conservar siempre la fe católica, proclamarla con valentía y vivirla con amor y buenas costumbres”.
Agregó que “todo comenzó aquí, la República Dominicana se ha alimentado del pan del cielo. Esta isla tiene el privilegio de haber sido el escenario donde se celebró la primera Misa en América”.
El ambiente de regocijo era compartido por todos los asistentes. Para la religiosa mexicana Sor Beatriz Ramírez, de la congregación Siervas de Jesús de la Caridad, “nosotros somos parte de estos 525 años de evangelización, del esfuerzo de hombres y mujeres que han transmitido la fe en América, hay que estar agradecidos por ser testigos de este momento histórico,” afirmó.
Al evento asistieron los obispos de la CED; el presidente de la República, Danilo Medina; el Nuncio Apostólico en el país, Monseñor Ghaleb Bader; autoridades civiles, militares, miembros del Cuerpo Diplomático y delegaciones de cada una de las 11 diócesis del país.
En el marco de la celebración, se clausuró el Año de la Eucaristía (2018) y se realizó el lanzamiento de la Segunda Etapa del Tercer Plan Nacional de Pastoral.
La misión evangelizadora fue encomendada a Cristóbal Colón en 1493, por los Reyes de España, pero no fue hasta el segundo viaje del Almirante, que Fray Bernardo Boyl inició esta tarea con la celebración de la primera Eucaristía, el 5 de enero de 1494.