Redacción Voz de la Diáspora
EE.UU. – A través de su periódico digital MG News, el periodista de origen salvadoreño y radicado en EE.UU. Mario Guevara, quien se encuentra detenido por autoridades del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) desde el 14 de junio pasado, tras la cobertura de una protestas de inmigrantes, ha expresado desde la prisión en una carta que si lo deportan a El Salvador, se irá con la frente en alto.

En la misiva escrita a mano, tras 100 días detenido dice: “Hoy lunes cumplo 100 días tras las rejas, más de tres meses encerrado como delincuente. Estoy consciente de mi situación legal, sé que estoy a punto de ser expulsado de este país, al que tanto he amado y respetado durante más de dos décadas.
La vida no siempre es justa con uno. Si me deportan, me voy con la frente en alto, pues estoy convencido que será por ejercer mi labor periodística y no por cometer crímenes.
Eso sí, me voy con el corazón destrozado y mi dignidad pisoteada, pues he sido humillado tanto por autoridades federales como locales y creo que no lo merezco. Además porque dividirán a mi familia, que es lo que más amo en la vida, aunque todos mis seres amados saben que todo ha sido por mi pasión al trabajo.
El juramento a la bandera de Estados Unidos dice en una parte: “Con libertad y justicia para todos”. Eso ahora mismo es una falacia. Deberían agregarle “con excepción de los inmigrantes”.
Dios permita que un día no muy lejano, el amor y la misericordia logre superar el odio racial que está dividiendo a esta bella nación y que el pueblo estadounidense entienda que el hecho de llamarse cristiano incluye el respeto y el apoyo a los extranjeros. Al menos eso es lo que dice mi Biblia.
A mi familia le pido perdón por haberles causado tanto dolor con mis imprudencias laborales. También a la justicia de EE.UU. porque violé algunas de sus reglas de tránsito, pero nunca fue con malas intenciones, ni de mal corazón.
A mi comunidad latina le agradezco por haberme apoyado siempre y a los clientes de MGNews por haber confiado mí y mi equipo, GRACIAS.
Dios nunca se equivoca y siempre tiene el control, así que confío en que adonde vaya, seguiré sirviendo a mi gente. Bendiciones”.
