Por María T. Morales
El anuncio de Greg Abbott, gobernador de Texas, de abrir el estado a partir del 10 de marzo, no es sorpresa para millones de texanos ya que desde la semana pasada el funcionario comenzó a barajar la idea, después de justificar la caída en los índices de contagios y hospitalizaciones a escala estatal así como el incremento de vacunación anticovid.
El gobernador firmó una orden ejecutiva para abrir el estado a partir del próximo 10 de marzo, en la víspera de la época de primavera y vacaciones escolares.
Con dicho mandato, tampoco será obligatorio el uso de mascarillas y el distanciamiento social a pesar de que, para entendidos en materia de salud, estas son medidas claves para prevenir contagios.
Texas permitirá la apertura al 100% de restaurantes, bares, discotecas, gimnasios, entre otros lugares públicos que permanecen con restricciones desde el verano pasado, tras un rebrote que hizo al funcionario estatal, retroceder después de haberlos abierto a cierto porcentaje.
Las medidas de restricción para prevenir la COVID-19 también fueron levantadas por el gobernador de Mississippi quien este martes anunció la apertura del estado al 100%.
Cabe desatacar que estos son los dos primeros estados de la unión americana en levantar las restricciones, apenas a dos días de que las máximas autoridades de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), expresaran que aún no es tiempo.