Por María T. Morales
Estados Unidos – Las armas conocidas como “fantasmas” no dejan rastro, y cada día, investigadores del crimen se enfrentan con un muro en sus líneas de investigación que no permite arrestar a responsables de delitos cometidos con estas.
Solamente, un 1% del total de crímenes cometidos con este tipo de armas son resueltos.
Por esta y otras razones, Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, anunció medidas restrictivas para su comercialización y obtención.
La facilidad con que se obtienen los kits, a un precio de $89.00 para hacer armas de fuego en casa, es tal que solo dar un clic y se pueden obtener, según el legislador Chuck Shumer, quien se unió a la campaña del presidente.
Se busca que las piezas sean vendidas solamente por comerciantes con licencia quienes, a su vez, deberán establecer un número de serie para cada artefacto.
Asimismo, todo comprador deberá someterse a la verificación de antecedentes criminales, según la disposición.
Casi 24 mil armas de este tipo fueron recuperadas en escenas de crimen entre 2016 y 2020, según cifras del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
El gobierno federal ya ha sido blanco de duras críticas por parte de quienes defienden el derecho a la portación de armas, protegido bajo la segunda enmienda, que otorga, a todo ciudadano, el derecho a portar armas.
En tanto, familias quienes han perdido seres queridos, producto del uso de “armas fantasmas” claman por justicia que nunca llega debido a fallas en el sistema de control de armas y verificación de antecedentes criminales y psicológicos.
Por lo menos el 41% de los crímenes registrados en el país se han cometido con armas de este tipo, y solamente un 1% ha sido resuelto, según informes del Departamento de Justicia.