Científico italiano sobre coronavirus: “La hipótesis de creación artificial es cinematográfica”

Por Engelberto Maldonado

Milán, Italia. La hipótesis difundida por personajes como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el premio Nobel Luc Montagnier y otras personas que manifiestan que el Covid-19, es un virus creado en laboratorios de China, es desvirtuada por científicos esta semana.

“No es ni siquiera correcto que los medios lo retomen como noticia”, dijo el científico italiano, Massimo Clementi, que además, es virólogo y microbiólogo de la Universidad Vita-Salute San Rafaele y quien participó en el estudio del virus Sar Covid 2 en un hospital de Roma y uno en Milán.

“En todos los análisis genéticos hechos hasta el momento, no hay nada de todo lo que dicen sobre la artificialidad del virus. La suma de las evidencias encontradas dan fe del origen natural del virus”, afirmó el científico, en una radio italiana.

El virus Sar Covid 2 es grande respecto a otros, capaz de combinar en el ambiente natural, explicó el experto. “En el murciélago, albergue de más de 60 especie de coronavirus, entre ellos el que nos ocupa, puede ser que hayan existido combinaciones genéticas con otros virus, pero los colegas y yo no hemos encontrado evidencia. La comunidad científica converge con nosotros”, aseguró Clementi.

Y continúo: “La clave más importante para saber el origen del virus es identificar como se desenvuelve su estructura de superficie, es decir la proteína “F”, que reacciona con los receptores de las células. Si intercepta perfecto sucede el contagio, y este virus  intercepta muy bien”.

Un virus artificial  siempre viene elaborado a partir de uno natural, es necesario extraerle una porción e introducirle otra, y en este caso no existe evidencia, al respecto, dijo el científico.

“La hipótesis de la creación artificial es sugestiva, cinematográfica”, consideró Massimo Clementi.

Clementi también dijo que no hay evidencia que indique que en los últimos estudios, se haya utilizado algún micro organismo para crear un virus, con la intención de probarlo o esparcirlo en el mundo. Sin embargo, el científico señaló que aún están analizando la forma en la que esta enfermedad se expandió rápidamente en todo el mundo.

“No sabemos si la transmisión fue directa del murciélago al humano, o si sucedió como en el Sar 2003 que utilizó la intermediación de otros animales. O si el virus en cuestión se adaptó en otras especies para luego pasar a nuestra raza, lo estamos estudiando”, argumentó el experto.

No obstante al desconocimiento del transporte hacia el humano, “no debilita en nada la tesis del origen natural del Sar Covid 2”, puntualizó Clementi.