Por Carmen Rodríguez y colectivo Voz de la Diáspora

El periodismo en El Salvador pasa por uno de sus peores momentos. La pandemia, la crisis política y la falta de leyes que protejan a los periodistas están cobrando un precio muy alto a muchos que forman parte del gremio en el país.

La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), confirma que más de 40 periodistas están librando la batalla contra el coronavirus, algunos continúan realizando su trabajo pese a estar enfermos.

“Es preocupante la situación. En las conferencias de prensa no hay protocolos, hay medidas de prevención de parte de las autoridades y las empresas de medios no cubren con el equipo necesario a los periodistas”, dijo a Voz de la Diáspora, la presidente de APES, Angélica Cárcamo.

El miércoles se confirmó la muerte del fotoperiodista Franklin Américo Rivera, a causa de la enfermedad y según la APES, otros tres periodistas también perdieron la vida por complicaciones a causa del virus.

Según datos de la APES el aumento de los casos entre los periodistas se dio dos semanas después de que la tormenta Amanda afectó el territorio salvadoreño, lo que demandó a los periodistas coberturas y horas extras de trabajo.

“Muchos ralizaron su trabajo sin la protección necesaria, salieron al campo sin mascarillas o sin cumplir con los protocolos de prevención necesarios”, señaló la presidenta de la APES.

La APES y otros periodistas que siguen de cerca este problema, aseguran que el gremio no denuncia, ni exige medidas de protección por temor a perder el trabajo o a represalias en sus empresas.

Positivos y trabajando

Pese a ser uno de los grupos más afectados, los periodistas no se atreven por temor a perder sus trabajos, a hablar sobre lo que está pasando o a lo que tienen que enfrentan a la hora de salir al campo para informar a la población.

El temor a perder sus empleos, a ser estigmatizados por la enfermedad o la falta de apoyo de parte de las empresas de medios de comunicación, son algunas de las razones por las que los periodistas han optado por enfrentar en silencio su lucha contra el COVID-19.

“Nos están haciendo trabajar donde se detectó el virus. Hay varios compañeros que están trabajando y la empresa no quiere tomar medidas. Hay dos positivos que todavía estaban trabajando porque tenían que sacar el programa”, dijo un periodistas que labora para uno de los canales de noticias del país, que pidió guardar su identidad.

Según este periodista, en los dos canales que comparten instalaciones donde labora “hubo un contagio masivo” y temen que algunos de sus compañeros que padecen otras afectaciones médicas, sufran las consecuencias.

Pandemia y otros problemas

Enfrentar la crisis de salud y los contagios, no son los únicos problemas que afectan a los periodistas salvadoreños. Además, muchos están batallando para sobrevivir y encontrar la forma de proveer a sus familias.

De acuerdo a datos de otros periodistas que también pidieron guardar sus identidades, debido a la crisis provocada por los cierres de las actividades, algunas empresas de medios adeudan hasta tres meses de salarios.

“Algunos periódicos no les han pagado a los colegas, en otros recortaron los salarios y otros más perdieron sus empleos debido a la crisis”, dijo el periodista.

Además, muchos periodistas no cuentan con seguro médico que les permita optar por consultas. Algunos de los comunicadores que resultaron positivos al COVID-19 no han tenido acceso al sistema de salud pública del país, porque este está colpasado.

Pero también, hay otros periodistas que se quedaron sin empleo, poco antes de la crisis y debido a que no existe una ley de protección a periodistas que se cumpla y se respete, se las han visto a palos para llevar alimentos a sus familias.

En las últimas semenas, la APES entregó 1,200 canastas básicas a periodistas que se enfrentan a una situación difícil en este momento de crisis.