Jean Elías: Un ingeniero que da vida a la poesía
Por Luesmil Castor Paniagua
Panamá – En el vasto mundo de las letras, a menudo resulta difícil imaginar que de las matemáticas, las ciencias puras o la ingeniería surjan grandes escritores. Sin embargo, la historia nos ha mostrado ejemplos notables de autores que, sin ser de humanidades, han dejado una huella imborrable en la literatura. En la República Dominicana, nombres como Julio C. Marmolejos, Pedritín Malagón y Mariano Lebrón Saviñón ilustran este fenómeno. En el ámbito internacional, el físico argentino Ernesto Sábato nos regaló una de las obras más significativas del siglo XX, El túnel.
Hoy, tenemos la oportunidad de conocer a otro ingeniero que incursiona en el arte de la poesía: Jean Elías. Nacido entre los manglares de Barahona, este autor ha creado su primera obra literaria con un estilo que, aunque sencillo y coloquial, refleja un profundo respeto por la mujer, aún cuando aborda el desamor.
En su poema Reina de ajedrez, por ejemplo, Jean Elías explora el perdón sin rencor, una visión del desamor que no carga odio. Sus versos dicen:
“Si Dios me pone a tu lado
con un abrazo franco
te daré mi perdón sagrado”.
El ingeniero-poeta se caracteriza por su brevedad y por una narrativa poética que evita artificios complejos, apostando por la claridad en el lenguaje. Un ejemplo es su poema Esta noche:
“No es tu corazón ni conversación
lo que busco esta noche.
Es un buen vino, mezclado
con el sabor de tu boca,
que tu ombligo sea mi copa.”
Su poesía es una mezcla de desafíos amorosos, de intensos sentimientos y de locura por el amor, capaz de entregar todo, incluso la vida, como lo expresa en el mismo poema.
Jean Elías también explora la capacidad curativa del amor, como se aprecia en el poema Tu cura, donde sus versos actúan como bálsamo para las heridas emocionales:
“Léelos y te curarán la soledad, la tristeza y la amargura”.
El autor se revela como un poeta que navega entre el dolor y la angustia existencial, evocando las olas que golpean el muelle en su Barahona natal. En su poema Restos, nos deja con una profunda reflexión sobre el amor perdido:
“Tendré que ir al cementerio
a enterrar los restos del amor que un día tuvimos
y de paso dejaré también los besos que nos dimos”.
Jean Elías ha entrado al mundo de la literatura con una voz propia, comprometida con el respeto y la sinceridad en el amor, despojando su poesía de rencores y dejando que fluyan emociones puras. Un ingeniero que, como otros antes que él, ha demostrado que las letras pueden nacer desde cualquier rincón del saber.