Por Luis Alberto López
La información en bruto como el oro se limpian sin quitarle su esencia, su valor y se busca llegar al destinatario conservando su alto grado de pureza y buena presentación para ser aceptada y conservada como un producto valioso y confiable.
La Pirita tiene la apariencia del oro, aunque con frecuencia en el mercado algunos la compran creyendo en su pureza y valor.
Ambos productos vienen de las minas, pero solo uno pasa el rigor de la prueba de autenticidad, sino las conoce fácilmente caerá en el engaño, en la estafa, en el fraude y la burla.
En la actualidad es lo que vemos a diario en el campo de las noticias, de la información.
Noticias con valor, que pasa el rigor de la prueba, de la ética, de la honestidad de dar un producto verdadero (en su relativa dimensión) para que el destinatario lo valore confiado en su veracidad y tomar el mejor criterio para interpretar o decidir, fundamentado en la autenticidad de la información, como el oro puro.
Por el contrario, la información y la noticia con apariencia de verdad nos lleva al engaño del destinatario hasta que se descubra lo real, aunque puede ser en horas, días, meses, hasta años o nunca conocerla.
La sociedad se encontrará con noticia oro y noticia pirita, el reto y responsabilidad de cada ciudadano es hacer la prueba racional para no ser engañado, estafado y defraudado.