Por Carlos Renderos
Italia – Milán es una ciudad que pone en primera línea el tema de sensibilidad ambiental. Es así que la empresa Azienda di Trasporte Milanese, (ATM), encargada de ofrecer el transporte público de la ciudad milanés, renueva la flota de buses a un sistema 100% eléctrico, anticipando está normativa europea dónde el parque vehicular será completamente ecológico en el año 2030.
Es así como se suman esfuerzos a está iniciativa del reciclaje de botellas plásticas PET (polietilentereftalato), está compuesto por un polímero plástico que se obtiene mediante un proceso de polimerización de ácido tereftálico y monoetilenglicol).
Este plan dio inicio en la estación de Cascina Gobba situada al Nord-Oeste de la ciudad de Milán, y su meta para el año 2025 de la elaboración de las botellas plásticas debe contener un 25% de materia prima reciclada.
La entidad encargada en el manejo de estos desechos es CORIPET, la cuál otorgará una bonificación canjeable por cada 100 botellas en sus negocios afiliados como: Aon, Libraccio, The Fork, iMask, y Martha’s Cottage.
Sin embargo, esta gran iniciativa ecológica y ambiental es una apuesta de 360 grados dentro del desarrollo globalizado de una de las ciudad más importantes de Europa, otra gran preocupación que se avecina después de la pandemia de la Covid-19, el cambio climático que comienza a golpear en diferentes países del mundo.