Millones de venezolanos con dificultades para acceder a servicios básicos en América Latina y el Caribe, según estudio

En los últimos años el éxodo de venezolanos que abandonaron su país alcanzó niveles históricos empujados en su mayoría por la violencia y la pobreza, unos 5,96 millones son acogidos en la región

Redacción Voz de la Diáspora

Venezuela – Unos 4,3 millones de refugiados y migrantes venezolanos en América Latina y el Caribe tienen dificultades para acceder a alimentación, vivienda, servicios de salud, y empleos formales, a pesar de los esfuerzos que realizan los países para regularizarlos, según un nuevo estudio.

En los últimos años el éxodo de venezolanos que abandonaron su país alcanzó niveles históricos empujados en su mayoría por la violencia y la pobreza, unos 5,96 millones son acogidos en la región, de esos tres cuartas partes aún enfrentan problemas para recibir los servicios básicos, de acuerdo al Análisis de Necesidades de Refugiados y Migrantes divulgado el miércoles.

“La mitad de la población refugiada y migrante en la región no puede costear tres comidas diarias, y no tiene acceso a una vivienda digna y segura…”, afirman en un comunicado conjunto la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) que cita los resultados del informe.

Foto de archivo/ cortesía

El análisis destaca que “para comprar comida o evitar vivir en la calle, muchas personas venezolanas se ven obligadas a recurrir al sexo de supervivencia, la mendicidad o el endeudamiento”.

Además, muchos venezolanos que no cuentan con documentos, empleo o perspectivas de integración local se mueven de un país a otro con la esperanza de un futuro seguro y sostenible, para lograrlo, a menudo ponen sus vidas en riesgo ya que recurren a “rutas irregulares extremadamente peligrosas”, advierte el documento.

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Por otro lado, el aumento acelerado del costo de la vida, el impacto prolongado de la pandemia de la COVID-19, y la escalada del desempleo, han exacerbado la vulnerabilidad de los migrantes y refugiados venezolanos, lo cual ha dificultado para muchas el proceso de integración y reconstrucción de sus vidas en las comunidades de acogida en la región, destaca la investigación.

El Representante Especial Conjunto del ACNUR y la OIM para los Refugiados y Migrantes de Venezuela, Eduardo Stein reconoció que “los países de acogida han mostrado un liderazgo constante en su respuesta a la crisis, adoptando medidas de regularización y facilitando el acceso a salud, educación y otros servicios sociales”, pero sus capacidades están al límite y requieren más apoyo.

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“…la regularización es solo el primer paso para la integración y debe estar acompañada de políticas que permitan a las personas refugiadas y migrantes ser autosuficientes. Se necesita urgentemente apoyo internacional”, agregó Stein durante la presentación del análisis realizado por la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V).

Pese a las dificultades que enfrentan, el flujo de migrantes venezolanos sobretodo hacia Estados Unidos va en ascenso convirtiéndose en una crisis que obligó en el caso de Panamá a incrementar la seguridad y los equipos humanitarios en su frontera con Colombia para enfrentar el ingreso inesperado y masivo de migrantes.

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Panamá se ha convertido en una importante ruta de paso para los migrantes que vienen de Suramérica, y buscan llegar a territorio estadounidense, en lo que va de 2022 más de 150 mil atravesaron las peligrosas selvas ubicadas en la frontera con Colombia, de esos más de 107 mil son venezolanos, según las autoridades.

Los extranjeros se enfrentan a los peligros que esconde el “Tapón del Darién”, considerada la región más inhóspita e intransitable de América Latina donde suelen ser víctimas de bandas de delincuentes y traficantes, o mueren en medio de ríos crecidos.

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