Organizaciones en Toronto piden el cierre de centros de detención de niños en Estados Unidos

Por Oscar Vigil

Toronto, Canadá. Decenas de personas se hicieron presentes el fin de semana al centro de la ciudad, frente al Consulado de los Estados Unidos en Toronto, para protestar por el encarcelamiento de niños, principalmente de origen centroamericano, en centros de detención en la frontera de los Estados Unidos con México.

Los manifestantes exigieron el cierre inmediato de dichos centros de detención, los cuales han sido criticados fuertemente durante las últimas semanas dadas las condiciones infrahumanas que prestan a decenas de menores migrantes que han sido separados de sus padres.

De hecho, recientemente la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de los Estados Unidos reconoció que los infantes padecían de hacinamiento extremo, estancias largas y riesgos para la salud mientras permanecían en los centros de detención de la Patrulla Fronteriza en el sur de Texas.

La actividad en Toronto, una vigilia bajo el nombre “Lights for Liberty”, formó parte de una cadena de vigilias que se llevaron a cabo simultáneamente en diferentes ciudades del mundo, particularmente en los Estados Unidos. Nueva York, Washington, Florida, San Diego, Texas y puntos clave en la frontera entre Estados Unidos y México, entre otros lugares, vivieron estas protestas en las cuales las críticas al presidente estadounidense Donald Trump se alternaron con las exigencias a favor del respeto a los derechos humanos para los niños migrantes.

En Toronto, los discursos de poco más de media docena de defensores de los derechos humanos, en su mayoría de origen centroamericano, se mezclaron también con música y expresiones diversas en contra de lo que consideran políticas anti migratorias del gobierno de Donald Trump. Algunos de los oradores fueron Francisco Rico, del FCJ Refugee Centre; Andrea Vásquez Jiménez, de LAEN (Latinx, Afro-Latin-America, Abya Yala Education Network); PH Flo and XICA DaDIVA, de Honduro-Canada Solidarity Community; y Charlotte Cass, de Canadian Association of Refugee Lawyers.

Loli Rico, del FCJ Refugee Centre, dijo que la detención y encarcelamiento de menores de edad en los Estados Unidos “es una de las cosas más inhumanas de las que están pasando en esta época, y en un país que se llama democrático. Es una de las mayores violaciones a los derechos humanos, y la Comisión de los Naciones Unidas para los Derechos Humanos lo ha declarado como una violación a los derechos humanos por todos los reportes que se han presentado”.

La dirigente de origen salvadoreño, quien hasta recientemente fue la presidenta del Consejo Canadiense para los Refugiados (CCR), dijo que encarcelar niños “no es la forma de decirle a la gente que no venga a los Estados Unidos, la forma de decirles no que no inmigren es apoyando a los países, y Trump ha quitado la ayuda financiera a El Salvador, a Guatemala y a Honduras, que son los países que están más en riesgo”.

En este sentido, destacó la importancia de la vigilia del fin de semana, pues el gobierno de Canadá y los canadienses en general deben estar informados de lo que está pasando en la frontera entre los Estados Unidos y México, dado que esa es una de las rutas que han tomado muchos inmigrantes para venir a solicitar refugio en Canadá, explicó.

Ante la pregunta de si hay diferencias significativas en el trato que brinda los Estados Unidos a los menores de edad y el que brinda Canadá, dijo enfáticamente que no hay comparación. “El gobierno canadiense ha ordenado el no detener niños y no tenerlos en detención. Aquí no hay niños detenidos, hay situaciones como en Montreal donde todavía se siguen violando esas policitas, pero se está tratando de que los niños no sean detenidos”, explicó.

Loli Rico trabaja con diversas organizaciones canadienses e internacionales que defienden los derechos de los inmigrantes y por tanto está muy bien informada sobre lo que está ocurriendo en estos momentos en el país vecino. Y dice que este es el momento en que el gobierno canadiense tiene que reconocer que los Estados Unidos no es un país seguro para los inmigrantes, especialmente ante la evidencia de las condiciones que violan los derechos humanos especialmente de los niños y la separación de las familias.

“Los Estados Unidos están limitando más el acceso al proceso de refugio (y si Canadá reconociera que los Estados Unidos no es un país seguro), la gente tendría la oportunidad de venir aquí y buscar protección. No creo que Canadá lo vaya a reconocer, pero nuestro gobierno puede iniciar programas humanitarios como lo ha hecho con ciudadanos de países como Siria que estaban en una situación de riesgo en El Líbano y en Turquía y que los trajeron para acá. Puede hacer lo mismo para las personas que están bajo un gran riesgo en los Estados Unidos”, apuntó.

La concentración frente al Consulado de los Estados Unidos en Toronto transcurrió pacíficamente y sin ningún incidente, pese a los encendidos discursos de algunos de los participantes, quienes mostraron su fuerte indignación por lo que está sucediendo en los centros de detención en los Estados Unidos, donde los menores de edad, pequeños migrantes, son separados de sus padres, encerrados en jaulas de maya ciclón y obligados a dormir en el suelo cobijados únicamente por mantas de papel aluminio.