Por Diego Recinos
Aunque la manifestación no contaba con el permiso de las autoridades, unas 300 personas llegaron a los alrededores de la embajada de los Estados Unidos en Estocolmo, este sábado por la tarde. Después de una hora, la policía disolvió el grupo y, al menos, una persona fue arrestada.
La manifestación del sábado a las afueras de la Embajada de los Estados Unidos comenzó de forma tranquila y pacífica. A las 3:15 de la tarde, un grupo numeroso comenzó a gritar: «las vidas de los negros importan» y «no hay racistas en nuestras calles». Luego, al menos tres personas dieron unos cortos, pero emotivos, discursos. Fajo Allwan recibió grandes aplausos cuando habló sobre el racismo cotidiano que enfrentaba.
“Alguien me dijo: cómo te verías si fueras blanco. Serías mucho más agradable con el pelo liso. No quiero vivir en una sociedad donde mi color me hace vulnerable. Y estoy cansado de que las personas que se parecen a mí sean asesinadas”, expresó Fajo Allwan.
Poco después de las 4 de la tarde, la policía decidió disolver la manifestación, ya que el número de personas excedió las 50 permitidas como resultado de las medidas implementadas por el estado sueco por la pandemia de coronavirus.
Después de media hora, un fuerte número de policías se acercó al grupo para desalojarlos de la escena. Algunos de ellos se arrodillaron en lo que se ha convertido en un acto simbólico para el movimiento Black Lives Matter. Luego quedaron unas 100 personas en la calle. Algunos de los que no querían abandonar el sitio fueron llevados o arrastrados desde la calle hasta una zona verde.
Unos minutos después de disolver la manifestación, muchos de los asistentes se concentraron en una área cercana desde donde comenzaron a marchar al centro.
Durante la marcha, y tras ser cercados en una cruz calle, algunos manifestantes tuvieron altercados con la policía. Como resultado, una persona fue arrestada por intento de violencia contra un funcionario y otra persona es sospechosa del mismo delito.